Bilbao BBK Live 2014: Foster the People y Conor Oberst vencen el viernes

Al Bilbao BBK Live siempre le ha caracterizado una falta de prejuicios bastante considerable a la hora de programar el cartel. No es de extrañar que en una misma jornada te puedas encontrar con una propuesta pop, electrónica, soul, rock o de cualquier otro estilo, y lo de ayer fue directamente el paroxismo de la bipolaridad con un público, que venía de Jack Johnson y Conor Oberst, bastante confundido ante el «espectáculo» de Prodigy.

La jornada del viernes dio comienzo con la presentación que Chet Faker hizo de ‘Release your problems’. La propuesta -elegante y sutil en formato minimalista- lució muchísimo ante un reducido público y la luz gris que iluminaba el recinto dio al concierto un tono de intimidad que en un festival, y en un escenario relativamente grande, es casi imposible conseguir. Faker no fue el único que lo logró: Anímic, que venían con ‘Hannibal‘ debajo del brazo, también lo consiguieron en el Red Bull Tour Bus. Dos buenas oportunidades para recuperar unos trabajos a los que quizá debiéramos haber prestado más atención cuando se publicaron.

Mientras en el Escenario Bilbao The 1975 ofrecían un espectáculo pop -‘Heart Out’ podría aparecer en una BSO de John Hughes- en el Escenario Heineken Frank Turner & The Sleeping Souls volcaba su pasado punk en un rock casi sureño que, de no ser porque coincidía con Conor Oberst, hubiese merecido mejor suerte.

Lo que el miembro de Bright Eyes hizo en el Escenario Sony, además de uno de los mejores conciertos del día, se convirtió en un acierto de programación por el que habría que dar las gracias al responsable. ‘Upside Down Mountain‘ es uno de esos trabajos que suele pasar casi de tapadillo entre tanto lanzamiento y cualquier excusa es buena para poder disfrutar de él. También con un sombrero a lo Juanito Valderrama -definitivamente es tendencia- Oberst abrió con ‘Time Forgot’ y ‘Zigzagging toward the light’ a las que siguió el ‘We are nowhere and it’s now’ de Bright Eyes. A esas alturas del show, cualquier despistado que apareciera en la carpa era incapaz de irse. Terminó con ‘Another Travelin’ Song’, también de Bright Eyes, y sabiéndose en el pódium de la jornada.

Los londinenses Bastille salieron al escenario principal con el tema de ‘Twin Peaks’ a modo de intro -para algo tienen un Ep que se llama ‘Laura Palmer’- oliendo tanto a Coldplay que era casi insoportable. Nada que objetar a cómo sonaron y, desde luego, la asistencia de público fue más que notable, pero aquello no pintaba nada bien hasta que, de repente, encadenaron tres temas que entre sus fans deben ser himnos: ‘Things We Lost in Fire’, con el que su frontman bajó hasta la mesa de control; ‘Pompeii’ y, obviamente, ese ‘Of the Night’ que no tiene mayor razón de ser que petarlo en los festivales. Lógico, por otra parte: a ver quién se resiste a ‘Rhythm is a Dancer’ de Snap y a ‘The Ryhthm of the Night’ de Corona todo junto en una única canción. Sonaron bien, conectaron con la audiencia y fue una fiesta. De eso se trata, ¿no?

Una de las coincidencias en el horario que más dramas había desatado en los foros del festival fue la de Jack Johnson con Izal. A ambos se les quedaron pequeños los escenarios – en particular a Izal porque si llega a entrar una persona más en la Carpa Sony ésta hubiera explotado – y ambos hicieron méritos para estar entre lo más destacado de la jornada. En el Escenario Heineken, el autor del nunca suficientemente alabado ‘In Between Dreams’, con una escenografía sacada de un escaparate de Loreak Mendian, fue soltando hit tras hit comenzando y terminando el show con canciones de ese trabajo. Abrió con ‘Banana Pancakes’ y cerró con ‘Better Together’. Lástima de público que, como siempre que este hombre actúa, no calló ni un momento.

No sé si decir que fue una sorpresa lo de Foster The People. Lo que sí que supuso la actuación de anoche fue la confirmación de que algo ha pasado entre el primer disco de la banda y ‘Supermodel‘. Algo que ha hecho que el grupo de Mark Foster sea no solo capaz de ejercer de cabeza de cartel sino de convertirse en los vencedores del día y mucho me temo que del festival. Si Franz Ferdinand no supieron aprovechar la ocasión de antes de ayer, por el sonido o por la falta de ganas, los autores de ‘Pumped up Kicks’ hicieron todo lo contrario y salieron a por todas. Abrieron con ‘Helena Beat’ y la encadenaron con ‘Don’t stop’ y ‘Best Friend’. Ya estaba prácticamente todo ganado: tres hits incontestables nada más empezar y todavía quedaban ‘Call it what you want’ con aporreo de batería que engoriló a la muchachada, ‘Waste’, ‘Houdini’ y ‘Coming of Age’.

Si ayer decíamos que el Bilbao BBK Live había prescindido de dinosaurios para atraer al público poco dado a los festivales no es que nos hubiésemos olvidado de The Prodigy, es que publicar un disco de éxito en los 90 que todo el mundo tuvo en cinta en el 97 y dejó de escuchar en el 98 no te convierte en un dinosaurio. Aun así, la presencia de Liam Howlett y compañía por segunda vez en el festival desentonaba bastante. Lo que pasó entre ‘Breathe’, con la que abrieron, y ‘Firestarter’, la 4ª o 5ª canción, fue que el concierto se les fue de las manos. Les faltó dinamismo, con pausas entre canciones insufribles, el público seguía bailando cuando no sonaba nada y creo que los únicos que aplaudieron fueron los de las primeras filas y el de la mesa de sonido. Desconexión entre el grupo y el público no, un paso más allá.

Gracias a Dios que El Columpio Asesino hizo que nos olvidásemos de todo en la carpa Sony…

Fotos: Musicsnapper, Rhythmandphotos & Tom Hagen

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Nicolás del Moral