Jenny Lewis / The Voyager

Para nuestra redacción ‘Rabbit fur Coat‘ es uno de los discos de folk más asequibles y bonitos que se han grabado en los últimos años, uno de los álbumes fundamentales de la década pasada (reescuchad ‘You Are What You Love’ o ‘Rise Up With Fists’ y observad qué bien han envejecido). «Desgraciadamente» hay mucha gente que piensa igual y su descatalogado vinilo es inencontrable hoy por hoy. Quiero decir que para algunos la separación de Rilo Kiley no ha sido una gran tragedia, pero contra todo pronóstico para Jenny Lewis sí y junto a la muerte de su padre, un músico en Harmonicats con el que no había tenido relación de pequeña pero con el que se había reconciliado en los últimos años como adulta, le produjeron un brote de inseguridad que le impidió dormir durante cinco días. De la angustia de ese insomnio nació este disco que ha vuelto a co-escribir con su pareja Johnathan Rice, con el que -recordemos- llegó a sacar disco conjunto, y en el que la producción ha corrido a cargo especialmente de Ryan Adams y también en parte de Beck, como sucede en el single ‘Just One of the Guys‘, que acaba de estrenar un vídeo con Anne Hathaway y Kristen Stewart en el que Lewis nos recuerda que sin el sentido del humor no se puede vivir.

Porque esta es en realidad una canción en la que refleja su crisis como persona («no importa cuánto me esfuerce / siempre una pequeña voz dentro de mí me detiene», dice su delicioso estribillo) y como mujer («sólo hay una diferencia entre tú y yo: cuando me miro a mí misma, todo lo que puedo ver es otra señora sin hijos», dice en la parte más importante de la letra). Un tema, el de la no-maternidad, que vuelve a aparecer en ‘She’s Not Me’, sobre una relación frustrada en la que Jenny Lewis se compara con otra amante de su novio que sí quiso ser madre, y con el que se suma a la lista de cantantes que han reivindicado su derecho a elegir no ser madres (Shirley Manson, Alaska), como contaba en una entrevista reciente

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Pero que Jenny Lewis sea una mujer fuerte no significa que no tenga sus momentos de debilidad, como decíamos, y en ese sentido el tema más evidente es ‘The Voyager’, más que por su ambigua letra sobre la pérdida, por el dolor contenido en su interpretación vocal. Esta canción, que ha contado con los coros de las cada vez más relevantes First Aid Kit, es un resquicio de ‘Rabbit for Coat’, en el que Jenny contó con las voces de The Watson Twins, pero la novedad es que estamos ante una excepción en el álbum y que, como tal, cierra. Previamente habíamos encontrado unos ambientes ochenteros casi vinculables a Haim (‘Head Underwater’) o mejor Fleetwood Mac (‘She’s Not Me’), con puntos en los que parece estar tocando la guitarra Lindsey Buckingham (‘The New You’).

El registro en la onda de otras cantantes mitad rockeras mitad folkies que beben de la mencionada década, como Lissie, no sienta nada mal a Jenny Lewis, ni siquiera cuando se dispersa ligeramente para acercarse al territorio de los Strokes en ‘Love U Forever’ o a la música negra en el tema que dedica a su padre ‘You Can’t Outrun’em’. A pesar de cierta falta de cohesión en el conjunto final, la bonita voz de Jenny Lewis y sus historias cargadas de nostalgia (‘Late Bloomer’) y también de drogas (‘Slippery Slopes’) podrían poner el nexo común. El único pero del sucesor de ‘Acid Tongue‘ es que quizá, sin que ninguna pista desluzca el total, sus singles hayan quedado demasiado bien definidos.

Clasificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘The Voyager’, ‘Just One of the Guys’, ‘Head Underwater’
Te gustará si te gustan: Fleetwood Mac, Strokes, Lissie, Best Coast
Escúchalo: NPR

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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: jenny lewis