El Cuaderno de Blackie Books no se agota

Lo que empezó hace un par de años como un referente a los cuadernos de verano, sobre todo para recordar las materias dadas en el colegio o en el peor de los casos para aprobar los exámenes de septiembre, tuvo su consolidación el pasado año con el segundo volumen de estos cuadernillos editados por Blackie Books. Tras el éxito obtenido, más de 15.000 ejemplares del primero y otros tantos del segundo, no podía faltar un tercero que convierte el trabajo de Daniel López y Cristóbal Fortúnez en un clásico del verano.

Aún abarcando materias que lo mantienen como todo un referente en el mundo del pop, este nuevo volumen sigue manteniendo el espíritu de sus antecesores: dosis de melancolía contrarrestada con temas de actualidad, humor sin complejos y un derroche de conocimientos abrumador, siendo estos dos últimos ingredientes su fuerte. Si en el humor se aplica la máxima “ser prudente de más es tan malo como no serlo” -como decía Carlos Berlanga en ‘Indicios de arrepentimiento’-, en lo cultural este lanzamiento es un tesoro lleno de joyas. En muchos casos desconoceremos las respuestas o fallará nuestra memoria, pero en otros reavivará conocimientos que creíamos olvidados, como la mismísima obligación de volver a utilizar el lápiz, huyendo de esa otra práctica tan habitual en nuestras vidas como son los juegos digitales del tipo Brain Training, en los que estamos más acostumbrados a dar respuestas automáticas. Pero en el Cuaderno de Blackie Books abrazamos este mecanismo más analógico: aquí tenemos esa nota nostálgica que también hemos encontrado en recientes trabajos que no tendrían sentido en soporte digital, como ‘La casa de hojas

‘ de Mark A. Danielewski o ‘Fabricar historias‘ de Chris Ware. Recordad: dos es casualidad, tres es tendencia.

En esta ocasión se repiten secciones que siempre darán juego como música (impagable la letra de la canción de amor que componemos con Piqué para Shakira); cine (extraordinario el test “la he visto mil veces”, donde descubrimos el ojo avizor de Daniel López como autor escoltado por el dibujo exacto de Cristóbal Fortúnez); deportes (con el recuerdo entrañable a Luis Aragonés); España (desvelando algunos de los hitos de la vida de Francisco Franco, además de salir en las monedas de 25 pesetas)… o recordando el problema con las faltas de ortografía en los tatuajes de Kiko Rivera. Y hay secciones nuevas: sexo, series –aunque en el volumen 2 aparecían dentro de televisión- (adivina quién ha matado más zombies en ‘Walking Dead’) y cocina.

Calificación: 8,5/10
Lo mejor: ver cómo se cumplen las expectativas de los que ya lo conocían, cambiando la sonrisa espontánea por carcajada continuada a medida que pasan las páginas. Para el que lo pille de nuevas, tener tres números por delante para devorar con fervor.
Lo peor: en este número, la sección cocina. ¿¡Cómo es posible, con programas como ‘Masterchef’, cocineros tan mediáticos como Chicote, Arguiñano, Jamie Oliver o Gordon Ramsay, y blogs como El Comidista, no haber hecho una sección que superara las dos páginas!? Imperdonable.

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Publicado por
Sr. John