La excepcionalidad del caso Oasis es clara: es muy raro que el intérprete de un grupo de éxito no haya compuesto prácticamente nada, ni música ni letra, de sus hits más emblemáticos. Lo normal cuando un grupo se separa es que el vocalista continúe con su carrera en solitario con mayor o menor éxito. El sonido de una formación es indisociable de una voz carismática y basta oír el modo de sostener la misma nota de Liam Gallagher en ‘Wonderwall’ para recordar que su voz es perfectamente identificativa y generacional.
La separación no fue un «problema» para sus admirados Beatles, pues cada miembro había compuesto temas históricos; ni siquiera para sus admirados Smiths. Morrissey reconocía su incompetencia como músico, y la labor de compositor musical recaía sobre todo en Johnny Marr, pero este a menudo adaptaba la melodía a los fraseos espontáneos que construía Morrissey y desde luego no puede entenderse a los Smiths sin las letras de Mozz, algunas de las cuales han sido elegidas entre las más míticas de la historia, como sucedía con ‘How Soon Is Now’.
Noel Gallagher nunca fue un letrista demasiado brillante, pero sí lo suficientemente resolutivo como para conquistar primero al público inglés y después al mundo. Su carisma «detrás de las cámaras» fue construyéndose a partir de polémicas declaraciones, hilarantes entrevistas y algún que otro hit entonado por él mismo. ‘Don’t Look Back In Anger’ es evidentemente una de las canciones más conocidas de Oasis y además era habitual verle entonando en vivo la mismísima ‘Wonderwall’, incluso cuando Oasis existían como grupo.
Mucho más mediático que Martin L. Gore en Depeche Mode, Noel fue capaz de venderse sin problema como el verdadero talento en Oasis y cuando se lanzó en solitario arrasó especialmente en las islas británicas, donde es considerado una especie de Dios. Sólo así puede explicarse que su debut con High Flying Birds fuera multiplatino en las islas mientras era recibido con mayor moderación fuera.
Pero no había tanto entusiasmo hacia el proyecto de Liam, cuyas labores eran similares más bien a las de Dave Gahan, otro vocalista carismático que no lograba despuntar por su cuenta por su falta de habilidad para la composición. De ser prácticamente el único vocalista de su generación que no componía nada (algo impensable en los casos de Damon Albarn, Brett Anderson o Jarvis Cocker, James Dean Bradfield de manera igualmente excepcional se encargaba de la música de los Manics en lugar de escribir las letras), Liam pasó a escribir algunas canciones a partir del cuarto álbum de Oasis, pero no pasaban de anecdóticas (como las de Dave desde ‘Playing the Angel’).
En el último disco de Oasis, ‘Dig Out Your Soul‘, Liam componía ya 3 de los temas de los 11 totales frente a los 6 de Noel (los otros dos recaían en Gem Archer y Andy Bell), si bien no estamos hablando de la etapa más recordada de la banda, cuyas cifras de ventas habían empezado a empeorar drásticamente desde el tercer álbum, ‘Be Here Now’.
La composición era más democrática en Beady Eye y por eso precisamente parecía difícil que el grupo pudiera separarse. Liam no era conocido como compositor y seguía sin considerarse tan talentoso como Noel, pero estaba salvando las castañas con sus temas y los de su equipo, vendiendo desde luego bastante más que Dave Gahan en solitario, a pesar de ser tan cuestionado como autor como él. La noticia pilla, por eso, de improviso a sus seguidores -que los tenían- y dibuja un gran interrogante sobre lo que pueda pasar en el futuro, sobre todo si recordamos que Beady Eye, en cuanto a músicos, con Andy Bell en la segunda línea, eran los mismos Oasis pero sin Noel, haciendo poco probable que Liam presente nueva banda tras esta disolución amistosa. ¿Se centrará en el mundo de la moda definitivamente para que su hermano se ría de él para siempre jamás? ¿Se sentará a esperar que Noel fracase con alguno de sus discos para reunir finalmente a Oasis? ¿Tendrá el valor de servirse de su voz para emprender una carrera en solitario? ¿No sería algo raro retirarse a los 42 años?
Aunque lo divertido sería que este movimiento fuera sólo una excusa para prescindir de un nombre tan tonto como Beady Eye, menos conocido aún que el suyo propio, y siguiera trabajando con los músicos ex Oasis usando su nombre, Liam Gallagher, como si nada hubiera pasado.