Taylor Swift / 1989

Estaba cantado: tras el éxito de ‘We Are Never Ever Getting Back Together‘, en mi opinión la mejor canción de la carrera de Taylor Swift, la autora de ‘Speak Now’ tenía que pasarse al pop en su siguiente entrega. Así, donde en ‘Red‘ se alternaban momentos tipo ’22’ con otros tipo ‘Begin Again’, dando lugar a un disco irregular y desenfocado, podemos entender ‘1989’ como la completa realización de las aspiraciones del álbum anterior, un álbum pop de cabo a rabo. El álbum pop de Taylor Swift.

El cambio juega en favor y en contra de Swift en un disco entretenido, de calidad consistente pese a los defectos de fábrica (letras ñoñas, voz irritante y unidimensional), pero excesivamente formulaico. No se puede negar el gancho de estas canciones: prácticamente el disco entero podría ser un hit de un momento a otro; el plantel de compositores y productores, con Max Martin y Ryan Tedder a la cabeza, desde luego no parece escogido al tuntún y, de hecho, el primero produce la mitad del álbum junto a su inseparable Shellback. ¿Pero dónde está Taylor Swift? ‘Shake It Off‘, como otras canciones del álbum, por ejemplo el himno ‘Bad Blood’, cuela como single de Avril Lavigne, mientras otros cortes como ‘Blank Space’, ‘Style’, ‘All You Had to Do Was Stay’ o ‘How You Get the Girl’ sugieren que Swift estuvo estudiando el repertorio de Katy Perry al dedillo para componer este disco. El resultado es una colección de canciones de Taylor Swift que raramente suenan a Taylor Swift.

El caso más bestia en este sentido es el del baladón ‘Wildest Dreams’, a todas luces inspirado en Lana Del Rey, a quien Swift emula en esta pista no solo interpretativa -reproduciendo casi a modo de imitación sus fraseos airosos y lánguidos- sino también compositivamente, en un tema que de hecho si nos dijeran que es una versión de Lana nos lo creeríamos. La canción es tan Lana Del Rey, de hecho, que Swift debería llamarla para cantarla a dueto: desde luego el número uno se lo merecerían las dos.

Sigue habiendo elementos que celebrar en ‘1989’ pese a todo. Las melodías son sólidas en temas como las dramáticas ‘I Know Places’ y ‘I Wish You Would’ o la más sutil ‘This Love’, y las canciones más pop apuntan alto, pero desde el primer momento se adivina que nada de lo que ofrece este disco es digno de ese millón de copias vendidas que se especula va a vender en su primera semana. ‘Out of the Woods’, por ejemplo, sí resulta interesante en su acercamiento al synth-pop de tintes oscuros, pero el grueso del álbum es en realidad tan inofensivo y por momentos tan infantil como cabe esperar de su autora, solo que esta vez con canciones que podría haber interpretado cualquier otra persona en busca de un hit seguro.

Es un argumento manido, pero es así: otro artista habría llevado estos temas a su terreno, pero Swift parece cómoda imitando a los demás. ¿Se lo puede permitir al ser la niña bonita de América? Probablemente sí, pero hay que lamentar que ‘1989’ no haya continuado por el camino que abrió ‘We Are Never’, una canción cuyo genio residía en su conjugación de los sonidos marca Max Martin con las raíces country de Swift. En su lugar, Swift plantea un extraño conflicto, el de un buen disco pop que no llega a ser nunca «el disco pop de Taylor Swift» sino que se queda en un buen disco pop sin más. Para ser tan famosa y vender tanto, podría haberlo hecho mucho mejor.

Clasificación: 6/10
Lo mejor: ‘Out of the Woods’, ‘Bad Blood’, ‘Style’, ‘I Know Places’
Te gustará si te gusta: Katy Perry, P!nk, Avril Lavigne
Escúchalo: El single en YouTube

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: taylor swift