1.-El disco ya sólo podía ser sorpresa: El titular «Azealia Banks se hace un Beyoncé» era inevitable, si bien quizá inapropiado. Un lanzamiento sorpresa en iTunes sólo tiene efecto si el artista está consagrado, no si es un debutante. Podemos discutir si Azealia puede permitírselo después de 76 millones de reproducciones en Youtube de ‘212’, pero una cosa está clara: este disco ya sólo podía salir por sorpresa. Su anuncio para diciembre de 2014 o enero de 2015 habría provocado carcajadas y cachondeo al cubo en las redes sociales: nadie se lo habría tragado. De esta otra manera, la gente escucha directamente el álbum sin contracampaña de burlas sobre una nueva fecha de edición que igual no iba a pasar de hipotética.
2.-Las cualidades del producto en sí: Esa contracampaña, ese cachondeo con que habríamos recibido una nueva fecha de edición del disco nos lleva al siguiente punto, pues habría desviado la atención de la calidad del álbum. Tras un par de escuchas rápidas, está claro que el disco de Azealia Banks merece ser escuchado: están presentes y bien distribuidas ‘Yung Rapunxel’, ‘Heavy Metal Reflective’ y ‘Chasing Time’, junto a temas que darán que hablar como ‘Gimme a Chance’ o ‘Miss Camaraderie’. Ya están dando que hablar, de hecho.
Pero ojo, tampoco parece haber temas tan decididos como ‘212’ y de hecho el impacto del último single ‘Chasing Time’, a pesar de la considerable calidad del tema, fue absolutamente nulo en septiembre: no se podía anunciar una fecha para el disco sin un single más potente que ese. ¿Y lo hay? En la crítica del álbum rectificaremos si procede, pero de momento no lo parece. Una vez nos hemos acercado a lo que es, escuchar el disco de pronto, por sorpresa, parece la mejor opción. La reacción es «¡pero si no está nada mal!» y no «después de ser anunciado oficialmente al fin, y tras dos meses más de espera, ¿aparece con esto? ¿dónde está el nuevo single?».
3.-La falta de grandes lanzamientos esta semana: Azealia Banks no aspira a las ventas de Beyoncé, pero esta semana ha sido floja en cuanto a lanzamientos: Taylor Swift, inalcanzable para ella y para cualquiera, volverá a ser top 1 en Estados Unidos esta semana, y la que será la entrada más potente estos días, ‘Motion‘ de Calvin Harris, ha decepcionado con las previsiones en Reino Unido y Estados Unidos (30.000 unidades en cada uno de estos dos países). Azealia Banks, que ya es top 3 en el iTunes de Estados Unidos con este lanzamiento, no aspira siquiera a eso, pero habría sido bastante tonto lanzar su disco la semana pasada frente a Taylor, la que viene frente a Foo Fighters o la del 17 frente a One Direction. Por no hablar de que a medida que se acerca Acción de Gracias, el Black Friday y la Navidad, será más difícil lograr un top 10. No sabemos si Banks llegará, pero desde luego esta semana era la más sencilla para intentarlo. Si cuela, cuela. Por cierto, ¿habrá edición física para antes de las fiestas, verdad?
4.-Nicki Minaj retrasa su disco y otros lo aplazan: Nicki Minaj es una gran rapera y por tanto competencia de alguna manera para Azealia. Esta semana también es buena para el lanzamiento de Banks, pues Nicki ha retrasado su nuevo álbum ‘The Pinkprint’, previsto para noviembre, hasta el último momento de este 2014: el 15 de diciembre. Tenemos un mes para disfrutar de este álbum mientras tanto. Kendrick Lamar, por cierto, pasa a 2015: más aire para Azealia, que se aprovechará de cierto parón entre las grandes estrellas superventas de la música urban. Lo de Eminem es un recopilatorio.
5.-La necesidad de una sorpresa en la industria: En comparación con el año pasado (discos sorpresa o medio sorpresa de Bowie, Daft Punk, Justin Timberlake, Beyoncé), 2014 ha sido un año aburrido. Con la salvedad de U2 –para algunos un fiasco-, pocas sorpresas hemos tenido. Y la industria está ávida de ellas y nuevas ideas a lo Beyoncé, sobre todo desde que Madonna y Adele indicaran que no lanzarán sus álbumes hasta 2015. A menos que Kanye West o Rihanna tramen algo, Azealia Banks será nuestro último consuelo de este año tristón. Queda mes y medio…