Además de reseñar un buen número de anécdotas y curiosidades, Raquel Peláez ha echado mano de personajes populares que ocasionan risa o llanto a partes iguales con solo ser nombrados: Esperanza Aguirre, Carlos Boyero, Gallardón, David Summers (impagable la carta abierta al igual que la de Christina Rosenvinge), Fernando Martín o el escritor Javier Marías. Un puntal certero que refuerza nuestra visión sobre la ciudad sin hacer gala de teorías sesudas ni profundas, tan solo poniendo encima de la mesa hechos que están grabados en nuestra memoria, siempre con un humor corrosivo cargado de ironía.
La escritora ha contado con el apoyo de Santiago Lorenzo -autor de la celebrada ‘Los Millones‘- para el prólogo, y el refuerzo de Alfonso Zapico -Premio Nacional de Cómic 2012 por ‘Dublinés‘- en las ilustraciones que salpican los distintos episodios de la capital. Es una idea desafortunada colocar este ‘¡Quemad Madrid! O llevadme a la López Ibor’ en las guías de ciudades, como hemos podido comprobar en alguna librería especializada, pues más que a una guía de la ciudad, remite a algo parecido a los ‘Episodios Nacionales’ de Benito Pérez Galdós. Igual de disparatado es ubicar el libro de Raquel Peláez en cómics… o decantarse, como conclusión, a favor o en contra de una ciudad que seduce y se detesta a partes iguales.
En ‘¡Quemad Madrid!…’ vamos a encontrar píldoras que el lector va a ir tragando con alborozo: cómo en los Estudios Barajas se rodaron capítulos de ‘Cuéntame’, esa serie que convirtió el «franquismo en un decorado»; cómo podría haber controlado Carmen Maura a su amante en ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’ si hubiera existido WhatsApp; cómo tener una primera experiencia con el sexo en el zoo; cómo han sido las capillas ardientes que ha albergado la ciudad recientemente, con un interrogante turbador para Joaquín Sabina; o por qué Xabi Alonso eligió el Viso para vivir con su mujer, sus hijos y su impresionante colección de discos; sin olvidar multitud de referencias a bares, restaurantes, tascas, locales de ocio, sitios de copas, museos, la M30, la inauguración de Madrid Río, el Skyline, los estilos arquitectónicos de varios edificios o los distintos lugares para pasear y contemplar el cielo azul de la ciudad (hay un capítulo exclusivamente con localizaciones para observar el firmamento madrileño). Y sin olvidar dónde podemos hacernos un ‘Mullholland Drive’, como el de Loquillo con su Cadillac en el Tibidabo. 7,5.