Esa postura decidida es incluso más palpable en ‘Los excesos de los niños’, su segundo largo y primero en el sello Limbo Starr, que en ‘Más humillante que doloroso‘, su debut. Para hablar de ellos, con frecuencia se suman a referencias como Superchunk y Dinosaur Jr (clásicas y respetables para el indie medio) otras más escandalosas (por decirlo de alguna manera) como Hombres G y Los Secretos, y eso es algo que a ellos no solo les divierte sino que les parece muy apropiado. Su argumento, cargado de lógica, es que el aparente abismo entre propuestas como esas no existe, y la prueba son estas once nuevas canciones que conjugan potencia, distorsión, gancho melódico y carisma, desplegando con una solidez pasmosa un discurso en el que caben con toda naturalidad referencias a Jawbreaker, La Buena Vida, Parálisis Permanente, Husker Dü, 091, Orange Juice o Corn Flakes. De forma similar, sus letras, si bien un punto más crípticas que antaño, suenan bonitas y algo naif en ocasiones, si bien pretenden retratar, como explica el encarte interior del disco, la contradicción de unos adultos que tratan de controlar «la locura de la infancia» pero, a la vez, no puede «vivir sin escapar de las sanciones sociales que nos hemos autoimpuesto» para ello.
Como en los momentos álgidos de los últimos de Cloud Nothings o Nueva Vulcano, Alborotador Gomasio presumen tanto de contundencia y fuerza como de melodías perfectas, irresistibles por más que puedan caer en lugares comunes, mostrando que el buen pop lo es indistintamente, lleve la firma de Bob Mould o de los hermanos Urquijo. La referencia a Los Secretos, a los de aquel debut que también elogiaban en su día Klaus & Kinski, no es gratuita: las estrofas de la preciosa ‘Espíritus helados’ parece un homenaje nada velado. Con un mayor brillo en su sonido (no sabemos qué han hecho esta vez Sergio Pérez -producción- e Yves Rousell -masterización-, pero el cambio respecto a su primer disco es palpable), resulta difícil señalar canciones cruciales en un álbum con pocas fisuras (si acaso, cabría apuntar que la cara b es una pizca menos impactante que la primera).
Pero, al margen de los singles -una ‘Los residuos de la sociedad‘ cuyo vídeo tuvimos el placer de estrenar y que cabría en el repertorio de los reactivados Ilegales; una ‘El placer de la derrota‘ que marida a MBV y Hombres G sin rubor-, sí cabe señalar algunas favoritas como el trallazo pop punk ‘Contra el suelo’, el twee punk ‘Los rastros de Nacho’, el emo punk ‘Si te matas’ o el punk punk ‘Todos mis huesos‘ que cierra el álbum con Koldo sacudiendo la figura imborrable de Eduardo Benavente. Es el mismo Koldo que, como también hace Marco en ’14’, canta en ‘Revolución’ al modo de David Summers o Fernando López (Modestia Aparte), postulándose como los rompebragas que las nuevas generaciones de niñas pijas atraídas por el magnetismo malasañero necesitan. Hoy la escena indie necesita claramente un estímulo que haga romper con la dinámica derrotista de los últimos tiempos, y ‘Los excesos de los niños’ tiene el ímpetu y las canciones que hacen falta para ello. Siempre se ha «acusado» a JENESAISPOP de ser la SÚPER POP del indie (algo que no nos ofende en absoluto, por cierto). Si así fuera, Alborotador Gomasio serían protagonistas recurrentes de nuestra portada.
Alborotador Gomasio presentan ‘Los excesos de los niños’ el próximo sábado día 24 de enero en la sala Siroco de Madrid, en Una noche de ruido de estrellas, junto a Ornamento y Delito y Disciplina Atlántico.
Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘Espíritus helados’, ‘Contra el suelo’, ‘Si te matas’, ‘Los residuos de la sociedad’.
Te gustará si: eres capaz de disfrutar tanto de Los Secretos como de Los Punsetes.
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