La cosa está ahí, ahí, quedando más o menos en tablas. Por supuesto Mourn tienen la frescura, los hits adolescentes que parecen salir solos de la nada y un debut que permite ser escuchado en bucle. ‘Oh, rompehielos’ es la contención, la madurez y aunque su media hora de duración incita también al modo «on repeat», en todos sus poros habla la voz de la experiencia. Estamos ante una excelente colección de diez canciones de muy sólidas melodías, en la que las ligeramente más pop-rock (‘Reina del Amazonas’, ‘Quimera’, ‘Al margen’) casan estupendamente con las lentas (‘El Yeti’, ‘Los hechos’).
Con una ejecución y una ambientación tan espectaculares como las del tema titular (el disco es autoproducido, con colaboraciones de músicos como Salvador D’Horta y Javi Vega de Maga y Sr Chinarro), sólo hay un pero que poner: en ocasiones, y como sucede a Standstill, las letras no justifican del todo esa intensidad trágica que envuelve muchas de las producciones, con unas metáforas sobre hombres de las nieves y mujeres del bufón más próximas al universo post-adolescente de Supersubmarina. «Si supieras la de veces que fui desleal / nombra algo, rima con soledad», arranca de manera algo holgazana el álbum.
Por el contrario, son muchos los estribillos anclados en el desamor que, aunque a veces acompañados de textos algo impenetrables, se clavan en el cerebro desde la primera escucha. Es el caso del «es mejor no volver a verse» de ‘El Yeti’, de ese «tus idas y venidas me ponen enfermo» en ‘Quimera’ o del «suerte con eso y eso» de ‘Desencuentros’. Aunque el sentido del último punto y coma no sea comprensible para el gran público, ojalá todos esos ganchos sirvan a The New Raemon para seguir con su ascendente carrera, porque no hay ni una canción floja entre esta decena.
Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘El Yeti’, ‘Oh, rompehielos’, ‘Quimera’
Te gustará si te gustan: Standstill, Supersubmarina y un poquito la intensidad de Bunbury
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