Se ha hecho eco de la noticia The Guardian. Al parecer, Moss regresaba a su residencia de Londres tras pasar unos días de vacaciones en Turquía y, durante el aterrizaje del avión, pidió permiso a los azafatos para beber alcohol, a lo que estos se negaron. Seguidamente, Moss fue a por su propia botella de vodka enfadando a los auxiliares de vuelo y ganándose eventualmente su expulsión del avión, no sin antes llamar al o a la piloto «zorra cateta», ya en un evidente estado de embriaguez.
Curiosamente, un pasajero ha contado en Mirror que Moss no estaba molestando en realidad a nadie y que lo sucedido fue un momento «divertido», aunque estaba tan borracha que hablaba alto sin importarle que la miraran. En cualquier caso, Moss claramente se ha «hecho un Melendi» liándola en un avión. ¿Logrará uno con su propio nombre como el mismo Melendi?