Kindness / Otherness

Adam Bainbridge, como Kindness, se postuló en 2012 con su debut ‘World, You Need A Change Of Mind‘ (en el que sumaba con excitante naturalidad pop, house primigenio y contemporaneidad) como un nuevo talento a perseguir en el futuro. El futuro llegó el pasado otoño con su segundo álbum, ‘Otherness’, que cosechó críticas de tibias para abajo. Bien es cierto que los reproches eran merecidos, puesto que Bainbridge desechaba en buena medida el irrefutable gancho quederrochaba en temas como ‘House’, ‘Swingin´ Party’, ‘Gee Up’ o ‘Cyan’ para centrarse en el aspecto formal de la música. ‘Otherness’, en el que parece innegable el influjo de su socio artístico Dev Hynes (con el que compartió gira como músico de su proyecto Blood Orange y que aquí devuelve el favor en la decepcionante ‘Why Don’t You Love Me’), parece más centrado en la producción que en entregar canciones inapelables. El resultado es un sobreproducido ejercicio de estilo en el que Kindness acentúa la negritud de su música, rehuyendo al presente con constantes y orgánicas aproximaciones al jazz-soul-funk de los primeros 80, y sacrificando casi siempre la inmediatez y la empatía con el oyente, que desconecta con frecuencia debido a la falta de sorpresa. A cambio, cuida aspectos como la sutileza (en la extensa y delicada ‘Geneva’) y la sensualidad (con una estupenda Kelela en ‘With You’, en la que cuela un genial sampler de la imborrable ‘Moments In Love‘ de Art Of Noise), que a veces parecen no tan frecuentes en el pop electrónico hoy día.

Apenas el arranque ‘World Restart‘ y su continuación ‘This Is Not About Us‘ se acercan al potencial comercial que sabemos que Kindness es capaz de desplegar y a menudo la sensación es que lo que separa a ‘I’ll Be Back

‘ o ‘It’ll Be Ok’ (alargadas de forma innecesaria, desesperantemente estériles de cara a la pista de baile) son las ganas de que lo sean. El artista británico se muestra huidizo, posicionándose claramente del lado de Arthur Russell en lugar del de DFA, y se encomienda a una rítmica lenta, al uso de sintetizadores retro y a un empleo rayano en la obsesión del saxo, sumergiéndonos en una nostalgia casi enfermiza. Sin embargo, aunque a veces resulte aburrido, resulta también fascinante cómo, tras ensimismarnos con esos bajos funk de cadencia hipnótica, arruina en un instante el clímax rítmico escondiendo abruptamente las percusiones, como hace en ‘Who Do You Love?‘. Aunque en primera instancia el featuring de Robyn pueda parecer desaprovechado, ese termina por ser uno de los momentos más memorables del álbum por lo que transmite, anteponiendo la emotividad interpretativa al fugaz hedonismo, dejando un poso de melancolía. Y es en esa tristeza que subyace tras el telón de funk trasnochado donde reside el encanto de ‘Otherness’, un álbum que no es complaciente y apenas logra ahuyentar la sensación de ser una oportunidad perdida, dadas las altas expectativas. Pero el segundo disco de Kindness también revela a un artista más complejo de lo que podía aparentar, cuyo discurso resulta más inclinado a la trascendencia artística que a un éxito pasajero. Y eso no es una mala noticia.

Kindness actúa en Sònar 2015, el jueves 18 de junio en el escenario SonarVillage (Sónar Día).

Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘Who Do You Love?’, ‘This Is Not About Us’, ‘World Restart’, ‘Geneva’.
Te gustará si te gustan: Blood Orange, Prince, Arthur Russell.
Escúchalo: en Spotify

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Publicado por
Raúl Guillén