Llegamos tarde al set de Milky Chance pero ya por la cantidad de público que había reunido en su concierto podemos decir que fue un éxito. El sonido de los conciertos de este festival ha sido consistentemente bueno pero el de estos chicos alemanes se crece de manera considerable en formato de directo gracias a su mezcla de pop, guitarras acústicas y nítidas bases electrónicas. Su gran hit, ‘Stolen Dance’, sonó de miedo.
El único motivo por el que Aloe Blacc no es una estrella es que no vivimos en 1972. El intérprete de ‘Wake Me Up’ de Avicii tiene voz, clase, carisma y una desenvoltura en directo que ya le gustaría para sí a muchos artistas más famosos que él y que no moverían las caderas ni aunque les apuntase con una escopeta en la sien. Un concierto de R&B y soul clásico el suyo donde no faltaron hits como ‘I Need A Dollar’ y otros temas igual de buenos o casi como ‘Tonight Downtown’, ‘Good Things’ o ‘Love Is the Answer’. Llovieron los sujetadores, por cierto y como es natural, porque el hombre es un bombón. Su concierto tendría que haber durado más: total, para lo que tardó en salir Lauryn Hill, que dejó a su DJ a los mandos durante media hora mientras ella, pues no sé, se miraba las uñas, ya nos podríamos haber quedado un rato más y no nos hubiéramos aburrido tanto.
A pesar de ser la gran estrella del festival, la señorita Lauryn Hill no ofreció el mejor concierto. El sonido fue pésimo al principio de su set, hasta el punto que a las coristas no se las oyó ni respirar hasta llegada la mitad, por no hablar de algunos de los instrumentos de acompañamiento, que podrían haber estado ahí como no. ‘Conformed to Love’ es tan buena que dio igual porque además fue el primer tema, pero a medida que avanzaba el set, el concierto se tornaba cada vez más insoportable entre los problemas técnicos y la insistencia de Hill por resolverlos, que si no pidió le subieran los micros a sus coristas cincuenta veces, no lo pidió ninguna. Por suerte, no faltaron en su set ni ‘Ready or Not’ ni ‘Killing Me Softly’ ni la preciosa ‘Mystery of Iniquity’, en tanto que los temas más ska de su repertorio sirvieron para que Hill se marcara unos pasos de baile la mar de curiosos. ¿Podría haber sido mejor? Sí, pero valió la pena igual.
Nada mejor que un concierto de FFS para despedir el Cruïlla con el mejor sabor de boca. Porque Damien Marley moló pero lo de estos chicos fue la bomba. Desde luego hay discos que pierden en directo, como el de AlunaGeorge, y otros que ganan y mucho, como es el caso del disco colaborativo entre Franz Ferdinand y Sparks, que con la tontería, está petado de hits para darlo todo en concierto, por no hablar de la soltura de sus autores en vivo, sobre todo la de Alex Kapranos, que baila como un niño que quiere ser estrella del rock y sabe que lo va a conseguir. ‘Johnny Delusional’ abrió con solidez y temas como ‘Dictator’s Son’, ‘The Man Without a Tan’ y sobre todo ‘Police Encounters’ mantuvieron el nivel hasta el final, en tanto que la recuperación de clásicos de ambas bandas como ‘Achoo’ de Sparks o ‘Take Me Out’ de Franz Ferdinand terminó de redondear un set ya a rebosar de energía y buen rollo. La química entre ambos grupos es palpable desde el principio y eso es lo que hizo que este concierto fuera tan disfrutable: dos bandas que se admiran mutuamente pasándoselo pipa juntas. No se puede pedir nada más.
Fotos: Vicky Pérez Bello, excepto Lauryn Hill (Xavi Torrent)