Sin tratarse de un disco conceptual, en gran medida lo es ya que buena parte de las letras que la artista nos trae ahora giran alrededor de lo que supone ser una mujer trabajadora en estos tiempos que corren; haciendo hincapié en esa dicotomía entre la agresiva mujer de negocios que debe cumplir en la oficina y aquella otra que, una vez sale a la calle, se da de bruces con sus vulnerabilidades sentimentales.
Pero yendo a lo que realmente importa, las canciones en sí, en esta ocasión Hesketh cambia a John Ford de Simian Mobile Disco (quien participaba en ‘Nocturnes’) por su compañero Jas Shaw y otros productores como Ariel Rechtshaid, Com Truise, Grades y Jeppe Laursen, quienes han conseguido entre todos algo muy difícil: que todo suene cohesionado pese a figurar tanto nombre en los títulos de crédito.
Aquí los beats houseros vuelven a ser la principal arma con la que la Botitas contraataca (desde la pegajosísima ‘No Pressure’, pasando por ‘Heroine’ o la súper noventera ‘The Game’). Pero, precisamente, los números que mayormente brillan son aquellos que escapan de esa voluntad de ponernos a bailar en la pista de baile. Ahí está esa ‘Get Things Done’ enmascarada de música disco que nos imaginamos en boca de Kylie, el hitarral ‘Real Girl’ con su sincopada melodía o esa ‘Help Too’ que es todo ternura y delicadeza y, muy probablemente, será una de las favoritas de Robyn si algún día se digna a escuchar este disco. Little Boots sigue progresando adecuadamente, y hay que alegrarse de ello.
Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘No Pressure’, ‘Real Girl’, ‘Help Too’
Te gustará si te gusta: más la Botitas sofisticada de ‘Nocturnes’ que la petarda ochentas de ‘Hands’
Escúchalo: Spotify