Por desgracia en el camino se quedó Edward Wright, director de joyas como ‘Zombies Party’ y el primero al que encargaron la misión de convertir este cómic en película. Unas diferencias creativas con los ejecutivos de Disney le hicieron abandonar el proyecto poco antes de comenzar el rodaje, y aunque su alma se ha conservado casi intacta en un metraje en el que la autoparodia, el humor absurdo y las vueltas de tuerca al género habituales en todos sus filmes campan a sus anchas; su ausencia es notable en lo que respecta a la estructura de una historia mucho más floja de lo que se merecía. Para entendernos: la fachada del edificio funciona, pero los pilares que la sostienen son de obra barata.
Así que si eres fan acérrimo del Universo Cinematográfico Marvel, uno de esos que discuten si esto es el final de la Fase 2 o el principio de la Fase 3 y que se ríe con los guiños que conectan esta película con la anterior de ‘Los Vengadores’, prepárate para salir un poco decepcionado. Aquí no hay dobles lecturas que valgan ni profundidad filosófica épica a cámara lenta porque ‘Ant-Man’ es como el típico episodio gracioso de ‘Expediente X’ que metían a mitad de temporada para desengrasar. Una necesaria marcianada.
Si por el contrario eres de los que echas de menos que el cine palomero sea solo eso, puro entretenimiento para disfrutar con la mente en blanco, estás de enhorabuena. Por fin saldrás de una película de superhéroes sin la sensación de haberte perdido nada. ¿Sabes por qué? Porque esta, y sin necesidad de que te traten como a un tonto (en esto recuerda mucho a la genial ‘Guardianes de la Galaxia’), sí vas a entenderla. ¡Una peli de Marvel comprensible y de solo dos horas! A veces la vida es tan maravillosa. 6,5.