Por timbre e incluso por el modo de articular la respiración, Analís recuerda bastante a Christina Rosenvinge (ya era hora de que creara escuela) y para más inri, el primer tema del EP que autoeditaba esta primavera era ‘Canción de Nacho Vegas’, una historia de ilusión y luego desengaño que suena a las composiciones del asturiano. «Hablo de lo que pasa por mi cabeza cuando escucho sus canciones, de cómo se enfrentará al amor, de si es realmente un chico atormentado o no, y luego le doy mi toque tragicómico con una historia donde yo soy su hipotética amada. Es un tema con mucho sentido del humor, muy parecido al que Nacho utiliza en sus temas. En una entrevista en Disco Grande, Julio Ruiz le preguntó si había escuchado mi canción y qué le había parecido. Él dijo que sí, que la había escuchado y que tenía una voz muy bonita. De la temática no dijo nada, pero estoy segura de que se lo tomó con humor».
Ni siquiera es la mejor canción de este EP, donde brilla más la dulce cotidianidad de una noche en compañía de ‘Bailando en mi salón’, la urgencia final de la más rockera ‘Se parece a mí’, el teclado de ‘El invierno, la lluvia, los chicos’ o el hilarante estribillo de ‘Mi gran salto’: “Cuando tú me abrazas no puedo evitar pensar en ese deportista que saltó desde tan alto disfrazado de botella de Red Bull”. En este último corte colabora Francis White, un viejo conocido de este site, que además producirá sus próximas canciones.
Os dejamos con ‘Los incendios provocados’, el EP de 5 canciones.