Everything Everything / Get to Heaven

Que se aparten alt-J. Everything Everything han superado con creces el premio al disco más pretencioso, pomposo y recargado de los últimos años. Ya su portada da cosica, pero es que una vez asimilada la experiencia que aporta este ‘Get to Heaven’ sólo cabe exclamar: «chatos, vais más pintados que una puerta». Estamos ante el tercer trabajo de la banda de Mánchester, pero ya en el momento en que publicaban su debut, ‘Man Alive‘, mi compañero Lolo Rodríguez sentenciaba sobre él: «no sabes si estás escuchando un zurullo o una obra maestra». El sucesor ‘Arc‘ contenía aciertos del tamaño de ‘Cough Cough’, pero a ratos parece que hoy en día seguimos casi igual… ¿O no?

‘Get To Heaven’ tiene una facilidad pasmosa para pasar de sonar a TV On The Radio a Phil Collins, como sucede en el corte titular, aderezado con unos silbidillos que también pueden recordar a ‘Moves Like Jagger’. Pero lo más curioso en los días en que estamos acostumbrados a asimilar géneros antagónicos conectados en la misma canción no es eso, sino que la letra habla sobre el «horror de la vida diaria» y sobre cómo el terrorismo nos hace sentir que cada día puede ser el último de nuestra vida, mientras nosotros pensamos simplemente en cosas como, literalmente, «cuál es nuestra contraseña / mientras los buitres aterrizan». Como el segundo disco de EMA, Everything Everything plantean si la tecnología nos da la felicidad o si consigue hacernos realmente tan diferentes de nuestros antepasados o de los animales (‘Distant Past‘ habla de la evolución del hombre), pero no se quedan ahí ni mucho menos.

¿Ojalá? ‘Spring / Sun / Winter / Dread’ habla de manera agresiva del paso del tiempo, al que califican como «un ladrón y un asesino» en una idea que habría encantado a Muse. ‘The Wheel (is Turning Now)’ cuestiona el liderazgo de nuestros políticos corruptos, especialmente el del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP). Igualmente, ‘Zero Pharaoh’ compara la corrupción de hoy en día con los faraones que tuvieron a multitud de generaciones esclavizados a su servicio. ‘Fortune 500’ habla de cómo las instituciones más ricas son siempre las mismas pero también tiene tiempo para incorporar un atentado y plantear lo que siente un suicida con su bomba en última instancia a través de ese agridulce «I’ve won! I’ve won! They told me that I’ve won!». ‘No Reptiles’ es una canción sobre la alienación de la sociedad que plantea la opción de ser gobernados por reptiles, cuyo argumento el intensísimo grupo ha sido incapaz de resumir en menos de 5 parrafazos. Sobre ‘Regret‘, el líder Jonathan Higgs ha tenido que aclarar que no habla sobre la huida a Siria de tres chicas para ingresar en el Estado Islámico (algo que parece tratar colateralmente ‘To The Blade’), pero sí de la ansiedad que genera «no saber qué está bien y qué está mal del conflicto en este lugar o Ucrania». De manera significativa, el propio grupo ha intervenido en Genius para corregir de qué hablan algunas de estas letras.

¿Te has quedado con ganas de más? Pues hay seis bonus tracks (¡bien!). ‘Yuppie Supper’, casi instrumental, no necesita mucha explicación, pero el tema final, ‘Only as Good as My God’ describe las protestas en Londres tras la muerte de Mark Duggan por un disparo de la policía, entre acusaciones de racismo y discriminación. En ‘President Heartbeat’ dan gracias a los políticos por “nada en absoluto” mientras que ‘Brainchild’ no por llamar al amor deja de valerse de nada menos que la Biblia. ‘Hapsburg Lippp’ referencia las bombas que se pusieron en un autobús de Londres en los atentados del 7-J y a la dinastía Hapsburg como metáfora de la corrupción y el nepotismo, con la “p” del título triplicada como metáfora de aquellos a los que no se deja hablar.

Hay quien pensará que todas estas reflexiones serán del agrado de Víctor Lenore y esa oleada de periodistas agobiados porque el pop no es suficientemente político, pero como suele pasar cuando las bandas se acercan a estos temas, las letras no aportan tanto, cuando no resultan sonrojantemente tontas. El final de ‘The Wheel (is Turning Now)’, con esa vacua repetición de «Do you wanna know how far you’ve come? / Do you have any idea? / Do you have any ideas?», es tan lamentable que sólo se puede responder: «¡SÍ, LO SABEMOS!», mientras que la mayoría de las veces, las figuras elegidas son simplemente rocambolescas, como la del chupacabra (sic) en la final ‘Warm Healer’.

Pero también tenemos buenas noticias. En medio de este festival de solos de guitarra, falsetes, más referencias a TV On The Radio, fraseos a toda velocidad y elementos electrónicos, de vez en cuando emergen resplandecientes estribillos que debemos situar entre lo mejor de su carrera. Sucede en ‘Regret’ después de unas estrofas más turbias y propias de Talking Heads, o en la incontestable ‘Distant Past’. ‘Regret’ está claro que es uno de los momentos claves de este año y de su vida, puesto que la melodía de los «did you imagine?» no puede ser más resplandeciente. Por su parte, ‘Distant Past’ alterna de manera sabia la experimentalidad de las voces robóticas a lo Kraftwerk sampleadas y un estribillo de nuevo muy acertado.

A pesar de la densidad que esconde cada tema, lo que no se esconde por ningún lado es el gusto por el pop de Everything Everything y eso queda claro desde que empiezan con ‘To the Blade’ hasta ‘Blast Doors’ pasando por ‘Spring / Sun / Winter / Dread’, en realidad una pista de lo más bailable y loca (para bien). Con alguna salvedad como el desarrollo y final de «The Wheel», raro es el momento que ‘Get In Heaven’ musicalmente decepciona. Everything Everything han construido una obra cargante e indigesta cuando atiendes a sus textos, pero también paradójicamente accesible, única y al fin y al cabo representativa del año en que vivimos. El disco que termina de diferenciarlos de la masa. Para rematar, produce Stuart Price, que por fin hace algo que no sea buscar nuevos hits radiofónicos post-Madonna junto a Pet Shop Boys y Brandon Flowers.

Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Regret’, ‘Distant Past’, ‘Spring / Sun / Winter / Dread’
Te gustará si te gustan: alt-J, Muse, TV On the Radio y las letras de Bloc Party
Escúchalo: Spotify

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Sebas E. Alonso