P!nk vs. MTV y por qué el pop también ha de ser escapismo

Por si quedaba alguien en la faz de la tierra en opinar sobre los últimos MTV Video Music Awards, P!nk se ha molestado en publicar una carta en su cuenta privada de Instagram hablando sobre la ceremonia del pasado domingo y no, su opinión no es positiva precisamente.

La cantante se ha quedado a gusto calificando los últimos VMA de «grotescos y vergonzosos». La autora de ‘The Truth About Love‘ defiende que la música «se supone que ha de inspirar» y que esta gala no «salvará la vida de ningún niño». «En un mundo cada vez más terrorífico y con vidas aún por salvar, ¿quién alzará la voz y tendrá alma?», escribe. P!nk aprovecha para indicar lo vieja y triste que le hacen sentir este tipo de premios en la actualidad. Leyéndola, desde luego no hace falta que nos lo jure.

Aunque no da nombres sobre los y las artistas que la avergonzaron, sí destaca entre lo mejor de la noche las actuaciones de The Weeknd, Macklemore & Ryan Lewis, Pharrell, Tori Kelly y «Justin Bieber antes del festival de sollozos». «El resto, a esta estrella del pop que se está haciendo vieja, le pareció increíble». Claramente no es fan ni de Miley Cyrus ni de Nicki Minaj ni de Taylor Swift ni de Kanye West (al que llamó «la mayor pedazo de mierda en la Tierra» en 2009).

Contra todo pronóstico, P!nk se ha convertido en una de las grandes supervivientes de la industria

. Lo ha hecho gracias a una base de seguidores fiel que, al contrario que la de otros y otras, parece haber madurado de verdad y, sobre todo, gracias a canciones portadoras de un mensaje «inspirador» de esperanza y amor a uno mismo que nada tienen que ver con el hedonismo, la fantasía y el sexo por el sexo que pueblan las canciones del top 40 norteamericano.

Sería muy fácil defender que P!nk es un buen modelo a seguir y Nicki Minaj no porque P!nk no enseña el culo en sus vídeos y Nicki sí, como también lo sería argumentar que Adele es un buen modelo a seguir porque no presenta galas de premios medio en bolas como hace Miley Cyrus. Pero el discurso sería vacuo y demagógico y es en esa trampa en la que cae la carta de P!nk, porque si algo han sido siempre los VMA es una vía de escape para todos esos problemas que vemos en nuestras calles o a través de nuestros televisores.

Esta reflexión nos lleva, por ejemplo, al origen de la música de baile, que inventó la comunidad negra y LGTB en los 70 con la intención de evadir el odio que vivía día tras día por parte de la sociedad de la época. ¿Debían los primeros genios de la música disco hablar en su obra sobre lo dura que era su vida para que esta tuviera validez? ¿Es una canción protesta de Bob Dylan mejor que una canción de amor de Rocío Jurado porque una es socialmente consciente y la otra no?

Por supuesto, las estrellas del pop son figuras públicas y, como tal, cuentan con un poder y una influencia enormes capaces, si bien no de cambiar el mundo, al menos de hacerlo reflexionar. Pero no necesitamos que todas ellas adopten una causa y la defiendan en su obra como si fueran ONGs andantes. Necesitamos el pop, también, para olvidarnos de la dura realidad aunque sea por un rato. Si P!nk quiere jugar a ser portavoz del mundo muy bien, pero apuesto a que el escapismo que ofrece el pop (o la música en general) habrá salvado muchas más vidas de las que ella cree.

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: p!nk