Las hermanas Scroggins y su banda revolucionaron la escena de baile neoyorquina a principios de los 80 gracias a sus complejos polirritmos, sabrosos bajos y guitarras y vibrantes melodías vocales e instrumentales. Fueron sampleadas por Public Enemy y LL Cool J y veneradas por la generación que vivió el nacimiento del house y del hip-hop. Además, casi podríamos considerarlas inventoras del dance-punk. Su actuación en Madrid es, por lo tanto, una de las más esperadas. Sonarán clásicos como ‘Dance’, ‘U.F.O.’ o ‘Moody’.
Formados en 1963, The Sonics son otros de los grandes invitados míticos en Villamanuela, como precedente del punk y el garage rock, con resquicios de un blues sensual que todavía puede volver loco al público del siglo XXI. Su debut de 1965, ‘Here Are the Sonics’, se considera un clásico y como curiosidad han vuelto este mismo año con un quinto álbum (el primero en 35 años), en el que están los miembros originales Jerry Roslie (voz y teclados), Rob Lind (saxo, armónica y voces) y Larry Parypa (guitarra), junto al bajista Freddie Dennis y al batería Dusty Watson. No faltarán ‘Have Love Will Travel’, ‘Psycho’ o ’Strychnine’, a juzgar por lo que han estado tocando estos días en otros lugares.
El pop experimental, como ella misma lo llama, de Mica Levi llega a España de la mano de ‘Good Sad Happy Bad‘, el nuevo trabajo de Micachu and the Shapes, editado el 11 de septiembre. Una buena ocasión para disfrutar en directo estas nuevas canciones que, como no podía ser de otra manera, vuelven a aunar pop, punk, hip-hop, música clásica y electrónica de baja fidelidad, además de ruido y disonancia, de manera igual de fascinante que accesible.
Lo último que hemos conocido de Hans-Peter Lindstrøm, el genio del nuevo space disco autor de uno de los mejores discos de la pasada década, ‘Where You Go I Go Too‘, es un single junto a Grace Hall llamado ‘Home Tonight‘, un corte house que no abandona el espacio y que es totalmente recomendable. Superada la decepción relativa que supuso ‘Smalhans‘, esperamos que lo recuerde en su actuación o que presente música nueva, que ya hace tres años de lo último.
El cuarteto de Seattle La Luz grabó su segundo disco, ‘Weirdo Shrine’, en una tienda de tablas de surf de San Dimas (California). Lo produjo el amigo Ty Segall y es una apetitosa colección de surf-rock aderezado con armonías doo-wop reminiscentes de las girl groups de los 60, tecladillos lo-fi y guitarras y ritmos propios del rock ‘n roll más primitivo. La mezcla, presente también en el álbum debut del grupo, ‘It’s Alive’, demuestra que estos estilos tan sobados ya, pueden seguir sonando frescos en 2015.
El dúo del DJ y productor Miles Whittaker y de Sean Canty, al parecer «uno de los coleccionistas de discos más famosos de Manchester», debe su nombre a una bruja del siglo XVII. Si la mente de esa señora se tradujese en música, probablemente sonaría a Demdike Stare: sonoridades exóticas combinadas con minimal techno, dark ambient, industrial, free jazz o «musique concrète» son los elementos que definen el estilo de esta fascinante formación británica.
La escena electrónica de Bristol es una de las inquietudes de Villamanuela y además de Demdike Stare aparecerán en distintos escenarios Ossia, Giant Swan o Vessel, que con dos discos en el mercado ha cautivado a la crítica. Temas como ‘Anima’ o ‘Red Sex’, del disco ‘Punish, Honey’ (en la imagen) muestran que sus inquietudes van mucho más allá del techno para bordear el kraut o el mejor noise. El primero de ellos, la verdad, podría estar firmado por My Bloody Valentine, mientras otros como ‘Drowned in Water and Light’ se sumergen en un intimismo asfixiante a lo Andy Stott. El vídeo de ‘Red Sex’, muy apto para fans de Xiu Xiu.
Marea Stamper, la DJ de Chicago (Smart Bar) detrás de The Black Madonna, no pierde de vista la filosofía de las riot grrrls o de Patti Smith por mucho que se dedique a las pistas de baile. Algo que se nota en su material propio como productora, entre el que destaca una hipnotizante ‘A Jealous Heart Never Rests’ que convierte alguna idea de Kraftwerk en desenfreno, y una ‘We Can Never Be Apart’ con la que no se pueden ir más los pies. Su manifiesto es impagable: «La música de baile necesita mujeres de más de 40, djs en época de lactancia luchando por meter a sus hijos en la cama antes de irse a pinchar. También maricas quejicas y adolescentes que estén hartos de esta mierda. La música de baile necesita escritores, críticos, académicos e historiadores así como gente pobre y gente que no tiene el calzado adecuado para entrar en el club. La música de baile necesita camisas sin cuello. La música de baile necesita gente que lo ha pasado mal toda la semana, que entra antes de media noche porque no puede pagar la entrada normal. La música de baile no necesita más del status quo».
No faltará en Villamanuela esta muestra de punk polvoriento. Desde la propia organización indican que esperan con Fat White Family dar una sorpresa como la que dieron en 2014 con Sleaford Mods. Los jóvenes británicos sólo tienen un disco en el mercado, ‘Champagne Holocaust’, editado hace dos años y reeditado con demos y extras el año pasado, pero atentos a las campanas navideñas -casi spectorianas- en ‘Is It Raining in Your Mouth?’, abriendo puertas. También podrían sonar un par de singles sueltos muy queridos, ‘Touch the Leather’ y ‘I Am Mark E Smith’.
Entre las rarezas que traerá este mini-festival está la saxofonista de jazz y clarinetista Matana Roberts, procedente de Chicago pero asentada en Nueva York. Conocida por su trabajo en cuanto a improvisación, la danza y la poesía y el teatro, está realizando una serie de 12 discos para su proyecto Coin Coin, en el que explora las raíces de la música americana. De momento vamos por el episodio 3, que se abría con una pista experimental de 10 minutos llamada ‘All Is Written’ antes de entregarse a la densidad más turbia en ‘Come Away’.
Os dejamos con una playlist ideada por el propio festival.