‘El puente de los espías’: otra lección de Spielberg

Habrá quien todavía eche de menos al Spielberg más palomitero, pero lo cierto es que al rey Midas de Hollywood la madurez le ha sentado muy bien. A Tom Hanks, el protagonista de su última película, también. Quizás por eso, porque ya no tienen la necesidad de demostrarnos nada, funcionan a la perfección cuando se juntan, tal y como demuestran con ‘El puente de los espías’, otra de esas particulares lecciones de historia que tanto han interesado al director en los últimos años. ¿Quién necesita ficción cuando la realidad conspira para entretenernos?

Claro que esa realidad cambia mucho según quién la cuente. Por eso es posible que algunos salgan decepcionados de la proyección. Y es que como ya hizo en ‘Lincoln‘, el director vuelve a pasar de las reglas del género para construir su película y no la que los demás querrían, en este caso en concreto, evitando el discurso clásico de buenos americanos contra malos rusos que tanto mal ha hecho al cine de espías ambientado en la Guerra Fría. Digamos que su labor es más didáctica y, a todas luces aunque no lo parezca, también la más valiente: prefiere dejar que sean sus personajes los que hablen y el espectador quien los juzgue.

El único problema es que en esa obsesión por no dejarse en el tintero ningún dato que pueda inclinar en falso la balanza, les deja hablar demasiado, provocando que la narración pierda gancho con secuencias innecesariamente alargadas. Algo extraño si tenemos en cuenta que el guión es obra de los hermanos Coen, conocidos por construir sus historias con la precisión de un relojero suizo: nada les falta y nada les sobra. Vamos, que de no aparecer su nombre en los títulos de crédito finales, nadie habría intuido su presencia.

Si perdonas ese pequeño error, todo lo demás te llegará más dentro de lo que esperas. Sobre todo cuando descubres en la secuencia final que te han llevado hasta el cine emocional. Y así, reflexionando y encontrando similitudes entre las guerras de entonces y las guerras de ahora, llegas a casa antes de que te des cuenta. ¿Qué más se le puede pedir a una película? 8.

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Claudio M. de Prado