El caso es que ahora su música es amable, presta para un anuncio de cerveza o para Los 40 Principales y eso no es malo, pero la etiqueta «indie» hasta a ella parece resultarle ajena. «Muy indie dentro del ámbito del pop, pero muy pop dentro del mundo indie», ha dicho muy acertadamente en sus primeras declaraciones oficiales para Televisión Española.
Dicho esto, y a falta de escuchar las seis canciones -temo que me termine gustando más la de María Isabel, hay que oírlas todas-, el simple hecho de que la cantante sea aspirante es un paso adelanto entre las propuestas rancias habituales de RTVE. Es como si hubieran empezado tímidamente a escuchar nuestras plegarias
. Por una vez no se ha elegido a dedo a un grupo en plena decadencia como El Sueño de Morfeo. Por una vez alguien ha pensado que es una buena idea llevar algo de folk pop tras la buena posición de la canción holandesa de The Common Linnets hace un par de años -quedaron segundos y vendieron más discos que la ganadora Conchita Wurst-. Por una vez alguien parece consciente de que en España no sólo se escuchan y triunfan canciones de electro latino. «Es la única en sonar en 40 Principales y Radio 3», apuntaba Arturo Panigua en Twitter.Desconozco qué ocurrirá en la semifinal televisada, qué opinará el público, qué dirán los expertos. Pero a la espera de arriesgar de verdad, esto podría ser el principio de algo: parece que por una vez vamos hacia algún lado. Alguien ha visto el festival y sabe que tienden a ganar o a quedar muy bien posicionadas canciones poco eurovisivas, arriesgadas, distintas a lo que el público espera. Ahora sólo queda esperar ver por dónde tira cada país, si por casualidad hay un exceso de cantantes en la onda de Electric Nana y valorar posibilidades. Pero de todas formas, las posiciones mediocres ya las conocemos demasiado bien como para no arriesgar con algo diferente.