La canción, que iba a aparecer en el late show de Stephen Colbert, destaca por dos cosas: el ruido que irrumpe en su segunda mitad, y la sonoridad de la palabra pene y orgía. ¿Qué nos está contando? Una pesadilla de tintes freudianos donde ni «tu pene» ni la orgía terminan de funcionar, mezclados con referencias a padres y patios de colegio. No nos extraña que no «cupiera» en televisión. Podéis leer la letra aquí
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