La autora de ‘I Am a Bird Now‘ compara a los Oscar con el premio Mercury, que ganó en 2005 y al que agradece por «rescatarme de la oscuridad y celebrarme», recordando que el prestigioso galardón británico, a diferencia de la Academia, sí invitó a actuar a todos sus nominados, proporcionándole una plataforma gracias a la cual ha podido ser portavoz de temas como «el feminismo, la conciencia ecológica y la defensa de la transexualidad durante dos décadas». Sin embargo, Hegarty defiende que lo único que mueve a Estados Unidos es el dinero y que este utiliza las políticas de identidad de género «para tapar y distraernos de esta cultura viral de extracción de la riqueza». «No estamos extrayendo riqueza de la naturaleza sino de las clases medias y trabajadoras», apunta.
Hegarty concluye que, por esta razón, ha decidido no asistir a la ceremonia de los Oscar. «No me voy a dejar someter con más baladas buenrollistas manufacturadas. Ellos intentarán convencernos de que actúan en nuestro mejor interés enarbolando banderas de políticas de identidad y cuestiones morales falsas, pero no olvidéis que muchas de estas celebridades son trofeos de empresas multimillonarias cuya única intención es manipularos para que deis vuestro permiso y hasta el último céntimo de vuestro dinero. Estos son los últimos días de la gran pretensión americana de Exxon Mobile, Walmart, Amazon, Google y Phillip Morris. América, un país ya sin fronteras físicas, aspira únicamente a más poder y control. Quiero ser lo más util que pueda para defender la preservación de la biodiversidad y buscar la decencia humana dentro de mi capacidad de influencia».