La primera incursión –y, quizás la más famosa-, en las cadencias tropicales fue ‘Domino Dancing’, el single de presentación de ‘Introspective’ (1988). Neil y Chris estaban fascinados por el sonido de Miami Sound Machine y Exposé. Por eso no dudaron en viajar hasta Florida, contar con el productor de estas últimas, Lewis A. Martineé, y conseguir así el sonido de uno de sus grandes clásicos; un tórrido monumento a relaciones terminales y masoquistas, con mucha guitarra española y trompeta.
Pero donde más destacó la utilización de elementos sonoros latinoamericanos en toda la carrera de Pet Shop Boys fue en ‘Bilingual’ (1996). En 1994, su Discovery Tour aterrizaba en Sudamérica para ofrecer unos conciertos que fueron puro desenfreno y hedonismo pop. En Brasil se encontraron con las audiencias más multitudinarias de su carrera; tan impresionados quedaron del ambiente y la música del país, que dedicaron la primera mitad de su siguiente disco a rendirles pleitesía. No en balde, ‘Bilingual’ abre con la sofocante aflicción tropical de ‘Discoteca’ («¿Hay una discoteca por aquí?», canta Neil), en perfecta bisagra con la batucada que, a continuación, adorna todo ‘Single/Bilingual’, obra del combo de percusión escocés SheBoom
.En ‘Bilingual’ también encontramos la nostalgia caribeña de ‘It Always Comes as a Surprise’, aunque donde las influencias brasileñas son más notorias es en el segundo single, ‘Se a vida é’, una medio versión (o, más bien, tres cuartos) de ‘Estrada da paixão‘ de la banda brasileña Olodum.
Y si buceamos en profundidad, el aroma carioca se siente en varias caras B de la época, desde la muy bossa nova ‘Betrayed’ o la samba ‘The Boy Who Couldn’t Keep His Clothes on’.
Quizás las influencias latinas hayan quedado algo olvidadas en los últimos años aunque, con un poco de voluntad, se pueden rastrear en el Ep ‘Christmas’ que lanzaron después de ‘Yes’ en 2009. Algún deje rítmico sabrosón se puede adivinar en la versión de ‘My Girl’ de Madness o en el cruce entre ‘Viva la Vida’ y ‘Domino Dancing’ producido por Stuart Price. El inicio de percusión caribeña enloquecida bien podría interpretarse como avanzadilla.
En nuestros foros se señaló un remix de ‘Memory of the Future’ (2012) como precedente más inmediato de ‘Twenty-Something’… aunque más que reggaeton, la cosa parece algo así como bachata meets Casiotone.
‘Twenty-something’ no es ningún desastre ni un reggaeton puro y duro, sino una canción simpática donde reinterpretan un ritmo que les ha hecho gracia y que, dentro de su absoluta falta de prejuicios, no han tardado nada en hacer suyo. El viernes esperamos poder añadirlo a esta playlist de canciones latinas de Pet Shop Boys: