Carta abierta a ‘Masterchef’

En un país en el que el Presidente del Gobierno en funciones se está planteando llevar a España al siglo XXI eliminando la siesta de la vida de sus ciudadanos (sí, por aquí también hemos flipado con los medios internacionales –1, 2 y 3-); bien podría empezar el susodicho apretando las tuercas a la televisión pública. ¿Cómo es posible que un programa acabe más allá de las doce y media de la noche? Si esta nueva edición tiene éxito, los españoles nos alzaremos como los responsables de una nueva crisis mundial, por ser incapaces de levantarnos a las siete de la mañana.

¿Hacen falta más de dos horas y media para contar quiénes son los nuevos concursantes de Masterchef? Querida Televisión Española: NO. Si lo dudáis, no tenéis más que echarle un vistacillo a los programas internacionales, y ver cómo son capaces de contarlo todo en menos de hora y media. ¡Y sin necesidad de fijar planos de gente que llora durante casi dos minutos!

Yendo más allá: ¿de verdad os hace falta contar un casting? Después de todas estas ediciones, ¿es necesario explicar cómo funcionan desde el principio, de forma pormenorizada? ¿No basta con presentarnos a los concursantes elegidos y ya? ¿De verdad da material suficiente como para robarnos ciento cuarenta y cinco minutos de sueño?

La pena es que el programa tiende además a fijarse en las historias de los participantes que no tienen ningún tipo de interés. ¿Nadie normal se presenta a Masterchef? Por favor, basta ya de huérfanos, de familiares muertos el día de antes y de gente que quiere cambiar su vida. ¿Aquí no se viene a cocinar? Pues eso es lo que queremos ver: queremos saber más de cocina, dejaos de rollos. ¿Que os queréis enfocar en sacar algunas curiosidades? Fenomenal. Poned el foco en la madre y el hijo que se presentan juntos, o en las gemelas, pero no en las trescientas personas cuya historia lacrimógena tiene bastante poco que ver con lo culinario.

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Publicado por
Lolo Rodríguez
Tags: masterchef