PJ Harvey / The Hope Six Demolition Project

«Lo de PJ Harvey no es un disco, es un milagro», nos comentaba alguien a raíz de la publicación de ‘Let England Shake‘ en 2011, álbum que terminaba alzándose como el mejor de aquel año para nuestro medio y tantos otros. Y es que es difícil que los artistas con los que siempre se ha relacionado a PJ Harvey -de Nick Cave a Patti Smith- hagan disco malo, ¿pero cuánta gente ha hecho un octavo disco tan bueno como aquel, veinte años después de su debut, alternando frescura y evolución, renovando sonido sin perder su esencia y además mostrando ante el mundo las vergüenzas históricas de su propio país?

PJ Harvey ha tardado cinco años en publicar su continuación, pero no ha parado quieta. ‘The Hope Six Demolition Project’ está influido por tres viajes que ha realizado la cantante en este tiempo acompañada del fotógrafo Seamus Murphy, al que había conocido en 2008 tras visitar su exposición sobre Afganistán ‘A Darkness Visible‘ y con el que ya trabajó en el disco anterior. El primer viaje fue a Kosovo, se produjo apenas unos meses después de salir ‘Let England Shake’, en concreto en agosto de 2011. Acudían al festival anual de documental de Prizren, pero se quedaron cuatro o cinco días más visitando distintos puntos del país, inspirando por ejemplo un tema sobre la limpieza étnica, ‘The Wheel‘, después de que ambos toparan con una noria en la que veían niños «desaparecer». El segundo viaje fue a Afganistán y lo realizaron en diciembre de 2012 tras descartar ir en verano por el gran número de atentados suicidas que hubo y coches bomba que explotaron en ese tiempo. Allí evitaron los lugares a los que suelen ir los turistas, contrataron al conductor que Seamus ha tenido durante 10 años en este país y se quedaron en casa de alguien que no sabía quién era PJ Harvey. En este viaje se inspiran las canciones ‘The Ministry of Social Affairs’ o la final ‘Dollar Dollar’, sobre un niño que pide dinero a Harvey a través del cristal de un coche. Finalmente, en abril de 2014 visitaron Washington DC, inspirando la polémica ‘The Community of Hope‘ que ya aborrecen los políticos locales de la capital estadounidense por su retrato de uno de sus barrios más decadentes (PJ Harvey se refiere en su letra a la escasez de restaurantes para comer sentados, y a sus habitantes como «zombis»). También de ahí surgen ‘Medicinals’ y ‘River Anacostia’, otro barrio de Washington que han comparado con «un país del Tercer Mundo», y atención a la anécdota que les ha dejado: aparte de disco, hay libro de poemas inspirados en los mismos viajes y película, y durante el rodaje de algunas imágenes este mes de enero, Seamus Murphy fue atracado. Le robaron la cámara y le tuvieron que dar puntos en un hospital.

PJ Harvey no está concediendo entrevistas sobre este disco, pero la revista Uncut sí ha logrado realizar un artículo de portada de más de 10 páginas sobre el álbum, recopilando declaraciones y anécdotas y entrevistando a sus productores y músicos. Flood dice que si «‘Let England Shake’ es un retrato de un diario histórico del presente hacia atrás, este disco es el retrato de hoy hacia el futuro». John Parish añade que para él no es «ni canción protesta ni música folk. Las canciones protesta son más específicas y vienen del punto de vista de querer arreglar las cosas. Creo que el trabajo de Polly es más como un comentario». Flood coincide: «(PJ Harvey) dice a la gente: «aquí tenéis, esto es lo que he visto con mis ojos. No lo estoy juzgando, sólo estoy llamando vuestra atención sobre ello para que saquéis vuestras propias conclusiones. No es política, es darse cuenta de que hay otras cosas pasando en el mundo en este momento»».

Aunque Harvey ni aleccione ni plantee soluciones, ni siquiera un gran análisis, estamos claramente ante un disco político de esta «corresponsal oficial de la canción bélica» que lleva un paso más allá algunas de las ideas mostradas en el álbum anterior. Es el relato de una mujer que conoce la verdad, como sugiere ‘A Line in the Sand’ («he visto gente matándose mutuamente sólo para llegar primero / si no nos hemos enterado todavía, es que somos una farsa»); afectada por la visión de «amputados y perras embarazadas» de ‘The Ministry of Social Affairs’, muy adecuadamente un blues experimental asfixiante; y que usa la crudeza de las guitarras de ‘The Ministry of Defence’ para recalcar la tristeza de sus imágenes: edificios demolidos, un cuchillo de cocina, llantos de niños desde la oscuridad y literalmente «mierda humana». «Así es como el mundo acabará», concluye tan apocalíptica como lo son durante el disco el uso de los saxos (la final ‘Dollar, Dollar’, ‘The Ministry of Defence’, etcétera) o los redobles de baterías (‘Chain of Keys’).

Después de todos estos esfuerzos en documentación, es una pena que se hayan olvidado en parte de las canciones y de crear letras a la altura de las historias observadas. Ya se sabe que el matrimonio entre política y música suele ser de los más complicados. El álbum fue grabado como parte de una instalación artística en Londres que el público podía visitar, y en muchos sentidos parece improvisado. No habrá disco con mal sonido con estas personas detrás, y ‘The Hope Six Demolition Project’ vuelve a ofrecer una grabación apasionante que degustar atentos a los detalles, como las mejores realizadas por ellos mismos o Bowie a finales de los 70 y en nuestra década. Sin embargo, ‘The Community of Hope’, aunque pegadiza, parece algo que PJ Harvey puede componer en un periquete y su mirada, en este caso a Washington, suena superficial y hasta holgazana, sobre todo en ese «este es un conocido camino hacia la muerte / o al menos eso me han dicho». ‘River Anacostia’ es tan áspera como su nombre e, igualmente, la historia del ama de llaves que cuida en solitario de un pueblo entero de Kosovo porque sus habitantes se han ido, una mujer de unos 73 años que recordó a PJ a su abuela, ‘Chain of Keys’, no deja tanta huella como debería.

Entre los momentos más acertados sí cabe destacar el caso de ‘The Orange Monkey‘, con su inteligente uso de los coros, primero graves, después agudos, casi dream pop, oníricos. Sin embargo, pese a los añadidos blues en sintonía con este disco, de temática más americana, ‘The Hope Six Demolition Project’ no logra deshacerse de su halo «Let England Shake parte 2». ‘The Wheel’ recuerda tanto al disco anterior que en cualquier momento podría incorporar un coro «what is the glorious fruit of our land?». Y esto es una decepción porque en primer lugar el álbum ha tardado nada menos que cinco años en llegar, algo que nunca había sucedido en la carrera de PJ Harvey, y en segundo, porque la artista nos ha malacostumbrado a entregar cosas más diferentes, de ‘Rid of Me’ a ‘White Chalk’ pasando por ‘Stories From the City, Stories From The Sea’. Sí, es injusto, pero a PJ le pedimos más…

Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘The Community of Hope’, ‘The Ministry of Defence’, ‘The Orange Monkey’, ‘The Ministry of Social Affairs’
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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: pj harvey