Según Allen, todo empezó con un tuit en el que el Gray defendía haber escrito ‘The Fear’, su single de 2009 incluido en ‘It’s Not Me, It’s You’, y que incluía el hashtag #RIPlilyallen. La cantante recuerda que, durante una actuación, llegó a avistar una pancarta con la frase «yo escribí ‘The Fear'» y asegura que, nada más terminar de cantar, aterrada, abandonó el escenario y llamó a la policía. Después de lo ocurrido, esta le prestó una alarma de pánico «durante unos meses» pero se la retiró tras ver que ya no había señales de amenaza.
Allen recuerda un episodio especialmente traumático ocurrido unos meses después en el que Gray consiguió entrar en su casa aprovechando que la cantante había dejado la puerta trasera abierta sin querer. La cantante, que se encontraba en aquel momento en su apartamento de Londres con sus hijos y un amigo o amiga, asegura que el intruso la despertó a altas horas de la madrugada dando golpes en la puerta y que, al entrar, «me arrancó el edredón y me llamó «maldita puta». Allen asegura que vio un cuchillo en el bolsillo de su acosador y que este planeaba clavárselo en la cara. Su colega, por suerte, logró echarle del apartamento.
La cantante está decepcionada con la actuación de la policía en este asunto porque cree que no se lo tomó en serio. Según la cantante, solo después de informar a los agentes de que su bolso había desaparecido, y de que este apareciera días más tarde quemado en el capó de su coche, la policía decidió actuar deteniendo a Gray por robo, no por acoso. El hombre fue acusado de acoso más tarde y será condenado el mes que viene pero ninguna de las pruebas en su contra son previas a 2015. La policía destruyó los tuits de 2009 por «protocolo», «sin explicación ni disculpa», indica Allen.