Andrew Bird / Are You Serious

Tras un último lustro en el que el polifacético violinista de Illinois trató de acercarse a sus orígenes, enraizando su música y simplificando la grabación, Andrew Bird regresa este 2016 con un disco que retoma el camino de pop exquisito que en la segunda mitad de la década pasada le ayudó a crear una sólida base de fans con obras como ‘Armchair Apocrypha’ o ‘Noble Beast‘.

A decir verdad, Bird nunca se fue: ‘Break it Yourself’ (2012) conjugaba lo logrado en los discos inmediatamente anteriores con el folk de fiesta en el granero -no en vano, fue grabado en uno-. ‘Hands of Glory‘, lanzado ese mismo año, y ‘Things Are Really Great Here, Sort Of’ (2014) profundizaban más en esa vertiente rural donde el violín, en inglés, se rebautiza como «fiddle». Como reconociéndose aprendiz dentro del género, este material está lleno de canciones de otros, tanto que el segundo disco lo dedicó plenamente a The Handsome Family.

‘Are You Serious’ no es una disculpa por tal desviación, aunque haya poco momento cercano al folk. El estilo clásico de la casa es fácil de encontrar en ‘Roma Fade’ o la muy «sufjanstevensiana» ‘The New Saint Jude’. ‘Saints Preservus’ tiene un encantador aire barroco que recuerda a las recreaciones de Bach que realizaba el Modern Jazz Quartet. Sorprende más el acercamiento al soul ligero de las estupendas ‘Capsized’ y ‘Truth Lies Low’, que podrían ser propias de un Matthew E. White que no se cansara al cantar.

Quizá dando a entender que las raíces siguen estando presentes, el centro del disco lo ocupan los cortes más folk. ‘Chemical Switches’ es una bonita canción apoyada en una guitarra acústica y en la que Bird da protagonismo a su reconocido silbido. ‘Left Handed Kisses’ es un tema de cuatro tiempos en poco más de tres minutos en el que Fiona Apple da la réplica en un tira y afloja de una relación de pareja

donde uno de los dos pide más sentimiento real y menos justificación: «The point your song here misses is that if you really loved me you’d risk more than a few 50 cent words in your backhanded love song» («lo que tu canción no dice es que si realmente me amaste estarías arriesgando más que unas pocas palabras baratas en tu ambigua canción de amor»), le suelta dolida Apple tras una pequeña demostración de virtuosismo de Bird en mitad de la musicada discusión.

El dardo tiene doble sentido: el consumado violinista ha sido tachado a veces de preciosista y superficial en un género donde la intimidad y el desgarro cotizan siempre al alza. Él mismo reconoce que le cuesta escribir una canción de amor, y gran parte de sus letras se basaban en el ingenio y los juegos de palabras, mucha cabeza y poco corazón. ‘Break It Yourself‘ trató de romper esa tendencia y aquí la enfrenta cara a cara. Y qué mejor que la desgarrada Fiona Apple para hacerlo.

De ese interés nace ‘Valleys of the Young’, que narra su experiencia con la paternidad, abandonando la vida de los jóvenes (a pesar de que el mozo ya pasa de los 40 años) para dar paso a la madurez, o ‘Bellevue’, dedicada a su mujer Katherine Tsina, con quien se casó en 2010. Y también nace la canción que da título al disco, donde, sin abandonar el ingenio lírico, resuelve «What you beat with a stick these are my true convictions» («lo que golpeas con un palo, ésas son mis verdaderas convicciones»). El músico norteamericano no reniega, en su ya décimo álbum en solitario, de ninguna de sus facetas.

Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Capsized’, ‘Truth Lies Low’, ‘Left Handed Kisses’
Te gustará si te gusta: Sufjan Stevens, Matthew E. White, Eef Barzelay
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Publicado por
Marcos Domínguez
Tags: andrew bird