Con semejantes antecesoras, el hecho de que Antena 3 haya decidido calificar su serie como un thriller político causa un poco de rubor. Hay que reconocer que la productora ha sabido mantener el tema de la corrupción y la intriga política en la trama, pero quizá dando excesivo protagonismo a otros dos aspectos más: el familiar y el amoroso, lo que ha terminado convirtiendo a ‘La Embajada’ en el prototipo de un folletín.
¿Cuántas tramas se presentan, de una sola vez, en el primer capítulo de la nueva serie protagonizada por Belén Rueda? Infinitas. Una para cada gusto, no sea que haya una porción de público a la que el guión pueda no interesar. Esto no sería un problema de haber conseguido mantener el ritmo durante todo el capítulo, pero no ha sido el caso: con una historia desinfladísima, e incapaz de mantener despierto el interés del espectador, al guión no le ha quedado otra que plantar un cliffhanger épico al final. ¿Habrán sufrido los guionistas un empacho de ‘The Walking Dead’
?Mucho nos tememos que vamos a necesitar más capítulos de los que nos gustaría para adivinar qué es lo que realmente pasa con la embajada y quién está en el ajo. ¿Triunfará? Es difícil de adivinar, sobre todo porque la serie parece fabricada para aquellos que encontraron la escena entre Meechum y Frank y Claire Underwood demasiado sutil, o incluso para los que piensan que Belén Rueda es la Robin Wright española (PISTA: no lo es). Pero sobre todo, es difícil de predecir porque compite con ‘El Ministerio del Tiempo’ en La 1 y con un «remake» (¿hay alguna otra forma de llamar a este engendro?) del programa de Bertín Osborne en Telecinco. 5,5