No es un caso exclusivo del grupo en el que canta Shirley Manson: no cuesta pensar en Suede, Bloc Party, Cranberries, Chemical Brothers, Prodigy, Skunk Anansie y hasta en Blur, por citar algunos. Hoy en día, cuando ha pasado tanto tiempo, la pregunta es: ¿qué sentido tienen estos regresos? Está claro que sus seguidores comprarán cualquier cosa que publiquen, pero siendo realistas, ¿a alguien más que a los fans que les quedan les importan?
¿Es el problema de todos estos artistas la mala calidad de sus trabajos? No siempre. Se trata más de una cuestión de autocomplacencia: únicamente dan a su público lo que su público espera. Son grupos conscientes de quién va a comprar sus discos y, como si no valiera la pena arriesgar o tratar de llegar a público nuevo, simplemente repiten la misma fórmula una y otra vez para tener contentos a esos viejos fans, aunque eso signifique sacrificar la dignidad musical que se les había otorgado.
En muchos de estos casos, puede más la nostalgia que el sentido crítico. Me viene a la cabeza The Cranberries y el desastre que fue ‘Roses‘, un disco que sería mejor borrar de la discografía de una de las bandas insignes de los 90. Y es que los seguidores de estos grupos, verdaderos talifanes, no aceptan que su grupo haya dejado su momento de gloria detrás. Y ellos aparentemente tampoco.
Porque ahí están Suede, que llevan tres años y dos discos dando palos de ciego, intentando recuperar lo que fueron una vez. ¿Nunca han pensado en renovarse como hizo tantas veces su admirado David Bowie? Lo mismo que Bloc Party, completamente acomodados en su sonido en su poco interesante último disco.
Una buena base de seguidores conseguirá que tal disco entre bien en listas y que en el mejor de los casos se mantenga un par de meses -que le pregunten a Blur, a The Prodigy o a Chemical Brothers-, ¿pero dónde están los éxitos, los sencillos memorables, dónde quedaron los años en que sus canciones escalaban en listas, se convertían en «sleepers»? Los tiempos han cambiado, sí, ¿pero es imposible adaptarse? Al final, terminaremos por alegrarnos de que Oasis nunca se reúnan, de que The Cardigans no vuelvan a pisar un estudio juntos y de que Michael Stipe pusiera fin a R.E.M…