Desde luego, con más de 80 minutos de duración en 20 cortes, no se puede decir que Aubrey Graham no haya trabajado en los tres años que separan este lanzamiento de ‘Take Care‘ (obviando, además, múltiples colaboraciones, mixtapes propios y conjuntos). Y tampoco se pueden poner en duda sus grandes habilidades para lidiar en diversos palos del rap y el pop contemporáneos, ni negar que sabe rodearse de estupendos productores como Boi-1da o 40, que le sitúan en un contexto lo bastante contemporáneo como para no perder el paso de su amigo y competidor Kanye (al que ha reclutado en el elenco de este álbum). El gran problema es que con ‘Views’ parece no querer casarse con nadie, ni siquiera con su propio éxito. No abraza el pop de forma definitiva para seguir la estela de ‘Hotline Bling’, ni abandona los estilos tradicionales del rap que le han valido el respeto de buena parte del sector, ni se decide a adentrarse en los territorios más turbios del trap, ni se postula como un mojabragas del R&B onda The Weeknd. Sino todo a la vez.
Y eso, a la postre, resulta un gran lastre para ‘Views’ en su conjunto. La casi hora y media de tu preciosa vida que dedicas a escuchar este disco resulta una pequeña frustración, al saber que para encontrar perlas debes sortear aburridas ostras huecas y soportar incoherentes giros en su secuencia, forzados por la ausencia de una dirección artística clara. ‘Views’, como los últimos álbumes de Justin Bieber
o Rihanna, se presta al juego de dar con el playlist perfecto que pula la falta de filtros de su autor.Y es una lástima, porque acumula suficientes hits potenciales (y reales) como para convertirse en un merecido multiplatino. Sobre todo, cuando explota la vena soft-dembow, que parece que Drake y su equipo dominan como pocos (la influencia jamaicana es muy palpable en todo el disco). Empezando por ‘Too Good’, el fantástico dueto con Rihanna que confirma la increíble química entre estos dos (a buen seguro, repetirá el éxito de ‘Work‘ si lo acompañan de un clip llamativo), y siguiendo por ‘Controlla’ (que rapiña un tema del célebre artista reggae Beenie Man), ‘With You’ (junto a PARTYNEXTDOOR), la popera ‘Feel No Ways’ (co-produce Kanye West junto a los interesantísimos Majid Jordan) y, claro, el ya exitoso ‘One Dance‘. Con esta canela pop, no era imprescindible infiltrar ‘Hotline Bling’ cerrando el disco y haciéndose un flaco favor.
También son muy rescatables, aunque más previsibles, algunos cortes en los que se adentra en el trap y se lo lleva a su terreno con influjos dancehall. Es el caso de ‘9’ y esa oscura maravilla que The Throne (Jay-Z y West) han creado en ‘Pop Style‘, que complacerán a sus viejos fans. Y asimismo es capaz de enfundarse una no muy original pero reluciente máscara neo-R&B en ‘Faithful’, junto a Pimp C y dvsn, y la estremecedora ‘Keep The Family Close’ (que podría haber firmado el citado Abel Tesfaye). Lo menos interesante, por recurrente y predecible (pese a lo brillante de su acabado técnico), llega cuando se limita a mostrar su tino para el rap clásico, por más que Kanye y DJ Dahi estén detrás de la producción de ‘U With Me?’, por fantástico que resulte el sample de The Winans con el que se abre el tema que da nombre al disco. El traje de Kendrick le viene a Graham seis tallas grande.
Estamos ante un disco, por tanto, en el que la suma es mucho menos excitante que sus brillantes partes, revueltas entre demasiados cortes inofensivos (‘Weston Road Flows’, ‘Still Here’ -aspirante a demo de ‘Pop Style’-, ‘Grammys’ con Future, ‘Fire & Desire’) y una lírica ágil pero intrascendente sobre ser el mejor rapero, criarse en las calles Toronto, tirarle beef a Meek Mill y ex novias, y más bla bla bla (así las cosas, ese «last night I got high as the expectations» de ‘Too Good’ parece de lo más divertido). Los grandes momentos de ‘Views’ se saborean con un amargo regusto a oportunidad perdida.
Calificación: 6,9/10
Lo mejor: ‘Too Good’, ‘One Dance’, ‘Pop Style’, ‘Controlla’.
Te gustará si te gusta: una reproducción aleatoria de ‘ANTI’ de Rihanna, ‘The Life Of Pablo’ de Kanye West y ‘Magna Carta… Holy Grail’ de Jay-Z.
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