Jean-Michel Jarre / Electronica 2

Resulta muy fácil comparar los dos volúmenes de ‘Electronica’ con ‘Dèja Vu‘, el álbum colaborativo con el que otro mito de la música electrónica, Giorgio Moroder, regresaba a la actividad discográfica el pasado año. Por suerte para Jean-Michel Jarre, las comparaciones parecen terminarse en el hecho de que ambos lanzamientos suponen una alianza con estrellas (más o menos) del pop y la electrónica contemporáneos. De hecho, como Jarre se encargó de aclarar en una reciente rueda de prensa dispuesta para presentar el álbum y su próximo directo en el festival Sónar, ‘Electronica’ es un proyecto que lleva gestándose desde 2011 (de hecho, el germen parece estar en una colaboración, aún inédita, con David Lynch), mientras que Moroder alumbró su último disco desde el oportunismo, a rebufo del revival que propiciaron Daft Punk en ‘Random Access Memories’.

Este ‘Electronica 2’ (forzado a dividirse en dos álbumes por su larga duración -suman un total de 3 horas-) viene a redundar en lo ya expuesto en el volumen del pasado año: con la relación contradictoria de los seres humanos y la tecnología como fuente de inspiración, Jarre selecciona con cuidado a artistas que admira y con los que tiene ciertos puntos de encuentro creativos para crear canciones de forma conjunta y presencialmente (de ahí el largo periodo de gestación de la música). Sin embargo, pese a tener momentos muy interesantes, los resultados son más tibios que en ‘Electronica 1’, forzando la inevitable sensación de estar ante el disco de descartes (aunque Jarre insistía en que el orden obedecía, simplemente, a una cuestión de timing en la producción y mezcla de los temas).

De forma más acusada que en ‘The Time Machine’, las canciones se dividen entre las que muestran que ambos caracteres conjugan muy bien y entre las que la influencia del invitado diluye tristemente la personalidad del maestro francés. Y, a su vez, ambas facciones se subdividen entre las que divierten o ilustran y entre las que ni fu ni fa o, directamente, aburren. En la categoría más apetecible (siguiendo el esquema, la A-A), destacan sobre todo los temas junto a Sébastien Tellier (la retrosynthpopera ‘Gisele’), Julia Holter (la delicada ‘These Creatures’), Siriusmo (una ‘Circus’ que parece destinada a cobrar deudas a Daft Punk), el francés Rone (el corte que subtitula este volumen, ‘The Heart Of Noise’), Jeff Mills (la intrincada ‘The Architect’) y ‘Exit‘, el corte dedicado al exempleado de la CIA Edward Snowden, en el que el hoy fugitivo lanza un speech sobre la ética de la recopilación de metadatos y la defensa de la privacidad.

En la salvable categoría B-A, apenas podríamos incluir el corte firmado junto a Pet Shop Boys, que pese a tener más de estos que de Jarre, es un buen tema pop, una ‘Walking The Mile’ que reivindica acertadamente al viejo crooner francés Cristophe, y el single que ha lanzado junto a Peaches, por ejercer de única y potable concesión a la música más urbana (parece que el hip hop no tenía encaje posible aquí). Más allá de eso, el álbum acumula varios cortes, demasiados, que languidecen entre lo previsible (los números electropoperos para Cindy Lauper -cuando pensábamos que no volvería a cantar pop- y Gary Numan), el bostezo (Hans Zimmer, The Orb…) y el bochorno (¿a estas alturas era necesario un rework tan chusco del ‘Come Together’ de Primal Scream, que supongo que no han tenido nada que hacer salvo ceder los derechos?). En suma, ‘Electronica 2’ resulta un conjunto dispar, pero que casi siempre suena honesto. Jean-Michel Jarre, como padre de la electrónica contemporánea, hace tiempo que se ganó sobradamente el derecho a reivindicarse entre las nuevas generaciones y, al menos a esos efectos, este proyecto cumple su cometido muy dignamente, sin llegar a sonar desfasado ni penosamente nostálgico.

Calificación: 6/10
Lo mejor: ‘Gisele’, ‘These Creatures’, ‘Exit’, ‘Brick England’
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