¿Recordáis la portada del debut de Nicholas Jonas? Es anterior al debut de Jonas Brothers, no hace falta decir nada más para intuir la cosica que da. Hoy, Nick es otra persona, una suerte de Mario Casas americano que aunque no era especialmente guapo, va de fucker. ‘Last Year Was Complicated’ se plantea abiertamente como un disco sexual en el que el cantante de 23 años supera una relación rota -con la Miss Universo Olivia Culpo, qué pobre-, como todo el mundo, follando.
Que este tercer disco de Nick Jonas se plantea como el de su madurez, como el de su relanzamiento à la Bieber/Zayn está claro. Si hasta la edición europea del álbum incluye como «bonus tracks» los singles del anterior álbum, editado en 2014 y reeditado en 2015 sin ninguna necesidad, ‘Jealous’, ‘Chains’ y ‘Levels’. El cantante mantiene a su equipo creativo y Jason Evigan y Sir Nolan continúan siendo sus hombres de confianza, aunque a menudo simplemente para imitar sonidos de moda y a veces ni eso.
Para hablar de lo peor de ‘Last Year Was Complicated’ no es necesario esperar a que salga la balada ‘Unhinged’. El disco empieza bastante abajo con ‘Voodoo’, una canción que perfectamente podrían haber firmado Timbaland y Justin Timberlake hace 10 años. Dan ganas de pasarla en cuanto empieza. Ya sabemos que por aquellos entonces Nick estaba empantanado con un proyecto de pop-rock ramplón, ¿pero nadie le ha dicho que con esto no va a ir a ningún lado? También tarde llegan una ‘Good Girls’ con Big Sean que suena a la Katy Perry de ‘Teenage Dream’, ni siquiera a la de ‘Prism’; y ‘Under You‘, una copia de ‘Style’ de Taylor Swift hecha por tres de sus mismos co-autores: ni siquiera han querido darle a Nick Jonas la mejor.
Hay una poquita de trap por aquí y por allá, pero incluso cuando este estilo se alterna con una poquita de tropical house y una poquita de electro en ‘Champagne Problems’, un tema sobre lo agridulce de compartir una botella de champagne con alguien con quien estás rompiendo, a quien suena Nick Jonas es a Maroon 5. No en vano Evigan ha trabajado con los de Adam Levine.
A este más que a Usher o a Timberlake recuerda el falsete de Nick. Y es que mientras los Justins han adaptado sonidos trendsetters o desarrollado estructuras más complejas, Jonas no ha sabido o querido hacerlo. El tema más interesante con diferencia es el envolvente y ciertamente sexy ‘Close’ junto a Tove Lo, producido no por Jason y Sir Nolan sino por el dúo sueco Mattman & Robin (también presente en ‘Touch’), que trabajaba en el último de Carly Rae Jepsen y también en el de la propia Tove Lo. El resto es entretenido, ciertamente mejor que Jonas Brothers, nunca horrible (‘Bacon’, en plan «solo una cosa me gusta más que tú» tiene su aquel), pero sí «comfortable» como esa pista que cierra el disco en plan R&B meets drum&bass a estas alturas. «El año pasado no fue tan complicado» después de todo: Nick Jonas se decepcionó en el amor, se refugió en el sexo y escuchó discos y canciones de hace año y medio. Observando las listas de éxitos, eso es lo que hizo todo el mundo.
