AEGAL, Asociación de Empresas y Profesionales para Gays y Lesbianas de Madrid y su Comunidad, ha cancelado el pregón y comunica según recoge Ecoteuve: «Tras las opiniones públicas vertidas a través de los medios y redes sociales en contra de la elección de los pregoneros de MADO 2016, AEGAL lamenta haber herido tantas sensibilidades, por ello, hemos consensuado y decidido no realizar el acto del pregón tal y como estaba previsto y con los pregoneros a los que se lo propusimos. Continuaremos con el resto de «Actos de Homenaje» que estaban programados. Ampliaremos esta información próximamente».
Conseguido este reto ya sólo queda por analizar el grado de compromiso de Ana Obregón con la causa y la de todos y cada uno de los artistas que pasan por todos los escenarios del Orgullo, de Leticia Sabater a Amistades Peligrosas pasando por las mismas Hinds. Porque sí, muchos de estos artistas, como Chenoa o Marta Sánchez, han sido muy conscientes de quién es su público desde su heterosexualidad y actúan todos los años. Incluso sacan singles de dudoso valor musical sólo de cara a estas fiestas. Pero para ellos también hubo una primera vez. Como esta podría haber sido para Jordi Cruz, una persona que ha recibido piropos de aspirantes homosexuales frente a millones de personas en su programa. En estas estaría bien ver a algún futbolista, por ejemplo.
Y lo que es más importante, el público ha tendido a aceptar que era mejor sentirse apoyado por artistas y personas de todo tipo en lugar de por los que sólo pertenecen al colectivo LGTB y son activistas durante todo el año. De lo contrario, el Orgullo de Madrid no sería una fiesta a la que acude un millón de personas. El debate está abierto y nunca se cerrará: ¿era justo que unas personas sin vinculación alguna con la causa dieran ese pregón? Seguramente alguien lo merecía más. ¿Pero no era un poco positivo a nivel visibilidad? Pues igualmente: que alguien conocido por nuestros padres y abuelos lo hiciera no habría hecho mal a nadie.