El primer disco de este proyecto que comparten desde 2010 y que, hasta ahora, apenas habia dejado algunos singles por el camino, contiene cuatro canciones verdaderamente espectaculares, demostrando una integración perfecta, y potenciando las virtudes individuales de sus partes. Con Gonzalez a la voz sobre el colchón de funk-R&B tan retro como imaginativo que ambos generan (colabora, además, el marido de Ramona, Cole M. Grief-Neill, antiguo colaborador de Ariel Pink), ‘Nite-Funk’ presenta cuatro canciones fantásticas, experimentales pero no reñidas con el pop, recuerdan vagamente a los trabajos de Kindness, Jessy Lanza o Kelela.
Enseguida destaca una ‘Let Me Be Me’ irresistible, que se presenta como un auténtico y bailable himno a la singularidad y la individualidad. Pero igualmente funcionan ‘Don’t Play Games’, que no anda muy lejos de la vertiente experimental de Róisín Murphy, la sensual ‘Love x2’ y una uptempo ‘U Can Make Me’ que cierra el EP por todo lo alto, con Damon Riddick complementando vocalmente a Gonzalez. Ojalá que, ahora que este tándem ha alcanzado el buen tono de su colaboración, se prodiguen juntos más a menudo.