En ese sentido está más claro que nunca que ‘Overpowered’ fue solo una ilusión. Si algo demostró ‘Hairless Toys’ es que la verdadera Róisín era la de ‘Ruby Blue’ -Moloko ya coquetearon y mucho con el jazz- y ‘Take Her Up to Monto’, con Eddie Stevens de nuevo tras los mandos, vuelve a ser prueba de ello. Sin ir más lejos, la primera canción del disco, ‘Mastermind’, es una fantasía de casi siete minutos en la que Murphy aborda sus reflexiones con el mismo gusto de siempre, ahora a través de una base instrumental ochentera semi industrial que parece sacada del catálogo de Kraftwerk. «Estoy lista para entregarme a la noche», canta Murphy; «está en el líquido que tomamos para elevarnos / ¿vas a venir a encontrarme o me vas a hacer esperar hasta que muera?»
Aunque el título de ‘Take Her Up to Monto’ es una referencia al barrio rojo de Dublín, el cuarto disco de Murphy en solitario es, ante todo, un disco de amor. Puede que la cabaretera ‘Pretty Gardens’ hable sobre su pubis («mírame, toda desnuda / dejo que mi bonito jardín crezca salvajemente») pero el leit motiv del álbum es el amor que Murphy siente por su marido, al que dedica todas y cada una de sus canciones, lo que incluye la simpática ‘Lip Service’, de cadencias bossa y lounge («espero no avergonzarte compartiendo las cosas especiales que haces», canta la irlandesa); la ebria balada final, ‘Sitting and Counting’, o la contemplación nocturna de ‘Nervous Sleep’, que Murphy interpreta desde la perspectiva de él y destaca por sus sonidos táctiles y líquidos.
Si ‘Take Her Up to Monto’ es experimental es porque sus canciones toman siempre direcciones inesperadas e impredecibles. Como ‘Hairless Toys’, esto es pop des-estructurado y la mejor canción del disco, ‘Romantic Comedy’, también la más pop, se desarrolla con total libertad, partiendo de unos ritmos angulosos que se arrastran para terminar en todo lo alto, con Murphy insistiendo eufóricamente «quiero que te partas de risa». Por su parte, ‘Thoughts Wasted’ es tres canciones en una, lo que incluye posibles referencias a Kate Bush (ese piano) encerrados en sus abstracciones electrónicas, así como un escalofriante «spoken word» final en el que Murphy lee un escrito existencialista de la poetisa inglesa Zadie Smith, y el cual sentencia que «los humanos están jodidos».
En el mundo de la sobreinformación en el que vivimos en el que las noticias son reducidas a titulares de Facebook, las opiniones a tuits y las experiencias a fotos de Instagram con filtro, hay que celebrar que haya artistas como Róisín Murphy que creen música pop que pida tiempo y no sea de usar y tirar. Porque Murphy es ante todo una artista pop aunque no lo parezca, sus canciones lo son claramente, pero es una artista pop que opera desde la periferia, a su propio ritmo y con sus propias normas. Murphy representa al artista pop libre y valiente sin ataduras comerciales y ‘Take Her Up to Monto’ vuelve a ser un estupendo reflejo de esto.
Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘Mastermind’, ‘Thoughts Wasted’, ‘Romantic Comedy’, ‘Nervous Sleep’
Te gustará si te gusta: el pop sin ataduras
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