‘Chemsex’: impactante documental sobre los peligros del sexo químico

Un documental sobre el chemsex producido por Vice. Cuando lo vi en la programación del Atlántida Film Fest solté un “buff” más largo que el último disco de James Blake. Esto apestaba a reportaje “punk” de Discovery MAX dirigido a adolescentes impresionables. Una vez visto, pues sí, algo de eso hay. El documental está impregnado de esa molesta y pringosa retórica de la provocación que tanta (mala) fama ha dado al periodismo practicado por esta compañía. Pero hay que rendirse a la evidencia: ‘Chemsex’ funciona. Y de qué manera.

¿El fin -una denuncia y llamada de atención sobre los peligros del sexo con drogas intravenosas- justifica los medios, esto es, música tremendista, montaje sensacionalista, falta de información contrastada, escenas gratuitas con sexo explícito? En este caso, quizás sí. ‘Chemsex’ está construido con la única intención de impactar para provocar una reacción, para que su discurso ¿alarmista? te suba como una sobredosis de “tina”. Quieren que después de verlo te vayas a la cama: 1) escandalizado, o 2) preocupado por la fiesta que tienes este finde. Los directores Max Gogarty y William Fairman tienen la habilidad de no dejar fuera a ningún espectador. Ni al neófito, que se quedará a cuadros viendo esto, ni al iniciado, que seguro valorará su estilo directo y su enfoque más o menos educacional y desde la rehabilitación.

‘Chemsex’ tiene la estructura esperada en este tipo de propuestas: culpa y redención. La película empieza como un sórdido documental sobre “las drogas en el ambiente”, una inmersión sin bombonas de oxígeno (que es algo que les gusta mucho a los de Vice) en las oscuras aguas de las sesiones de chemsex más extremas. Los directores colocan al espectador en un columpio BDSM y le abren las piernas. Una vez expuesto el tema, empiezan a introducir más elementos. De análisis (hablan de una emergencia sanitaria pero no ofrecen datos), testimoniales (se entrevista a varios adictos, algunos realmente perjudicados) y de recuperación, con el protagonismo de David Stuart, director de la cínica asistencial 56 Dean Street, en Londres.

‘Chemsex’ es como los primeros documentales de Michael Moore: sabes que te están manipulando, pero lo hace tan bien y estás tan de acuerdo con su tesis, que te dejas manosear con gusto. 7.

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Publicado por
Joric