la sección de discos de El Corte Inglés las tiendas de discos y las reproduce fielmente, lo que resulta en un producto comercial totalmente predecible y carente de interés musical, además de muy propenso a crear «facepalms» continuos derivados de la vergüenza ajena.
Como suele ser habitual, y si no que se lo digan a nuestro amigo Alejandro Sanz, lo peor de ‘Senti2’ ni siquiera son las canciones en sí (‘Contigo’ y la setentera ‘A ras de suelo’, por ejemplo, están bien) sino sus letras, de una poesía de baratillo totalmente empalagosa que, a menudo, parece extraída de un generador de frases inspiradoras absurdas («aún siento tu brisa peinando mis caricias», canta Antonio José en ‘La noche encendida’; «no puedo olvidar la luz sobre tu piel mojada, desnudos, abrazados, viviéndonos los labios», lamenta en ‘Quédate conmigo’) o sacadas del diario personal de un post-adolescente con ínfulas de cantautor serio como las de ‘Cuéntale al hambre’, que «retrata» la crisis de los refugiados (o eso parece) con frases como «no me gusta lo que veo, se me tiñe de impotencia, cada lágrima que cae al otro lado de la reja / por mucho que lo intento no veo la diferencia, si me fijo en el color, roja es sangre en las venas». ¿Me puede pasar alguien el pañuelo?
Más allá de las letras, ‘Senti2’ ofrece un compendio de canciones sentimentaloides que soba más fórmulas melódicas de las que cualquier oyente pueda soportar, por no hablar de las temáticas. No hay muchas variaciones ni vueltas en la fórmula «tú y yo» que constituye el concepto de la mayoría de estas canciones, lo cual, aparte de empalagoso, resulta muy difícil de digerir pasadas las cinco canciones, y lo mismo puede decirse de sus melodías vocales y arreglos instrumentales. Cuando llega ‘El lado bueno de las cosas’, Antonio José sigue clavado en su habitación, llorando, echando a alguien de menos, evocando momentos, recuerdos, estaciones, una voz, una sonrisa, el aroma de una piel… Lo raro es que este muchacho no se haya aburrido ya de sí mismo. Si suena cursi, imaginaos todo un disco igual.
El empalague es #real, que diría Soy una pringada, en definitiva, e igual de real en ‘Senti2’ es la ausencia de valor creativo, de verdadera curiosidad musical, de dominio de los recursos literarios y del sentido de la sutileza de la que tanto se aprovecha la radiofórmula española más desvergonzadamente capitalista para vender discos fácilmente. Pero Antonio José y su discográfica pueden estar contentos de haber llevado su disco a lo más alto de las listas de ventas. Esta crítica, desde luego, no venderá nada, pero me daré satisfecho si le sirve a alguien para «descubrir» que el aburrido estatus quo que sustenta la industria musical comercial de nuestro país debería ser cuestionado muchas más veces de la que lo es normalmente. Algunos opinarán que no hace falta, pero bueno, si alguien se ha atrevido a titular su disco ‘Senti2’, ¿por qué no me voy a atrever yo a descubrir su contenido?
Calificación: 1,5/10
Lo mejor: ‘Contigo’, ‘A ras de suelo’
Te gustará si te gusta: Alejandro Sanz, Antonio Orozco, Pablo Alborán
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