Estáis programados en Sonorama y hasta habéis sacado un disco ‘Del guateque al Sonorama‘, ¿ofreceréis alguna sorpresa en Aranda o más o menos tocaréis los temas de este nuevo recopilatorio, que parece tipo «fiesta popular»?
M.- Bueno, dada la importancia de la presentación de Sonorama, es lógico que la compañía saque un disco recopilatorio de canciones y de las más conocidas. Ésta concretamente contiene, aparte de otras, 17 números uno y nos parece muy bien, ¡ja ja…! Cantaremos obviamente algunas de esas canciones.
¿Conocíais el festival, en el que por cierto hace unos años actuó Raphael? ¿Es vuestra primera vez en Aranda? ¿Algún otro festival en el que os gustaría tocar?
R.- Del festival habíamos oído hablar, cómo no. Pero ahora nos hemos dado cuenta de lo importante que es. En Aranda estuvimos en un concierto en sus fiestas hará unos cuatro o cinco años. ¿Otro festival? Lo importante es que «ellos» se interesen por nuestra música. ¡Ya caerán, ya!
«Nosotros éramos indies en nuestros principios (…): impusimos nuestras canciones, nuestros arreglos, nuestra visión de la imagen, luchando contra una compañía de discos que estaba anquilosada »
¿Es una sorpresa total que toquéis en un sitio así o en realidad no dista tanto de los nostálgicos y yeyés que siempre os han reivindicado?
M.- La verdad, salvando los años transcurridos, es que la situación es muy parecida. La música es música siempre si se hace dignamente. Antes, estos sitios como Sonorama, donde se reúnen miles de personas, lo ocupaban los festivales en muchos lugares, donde se presentaban cantantes y grupos para competir con nuevas canciones. Actualmente Sonorama es más sofisticado y actual, y por eso nos encanta poder participar y colaborar con grandes cantantes y grupos en directo.
R.- En el fondo nosotros éramos indies en nuestros principios, porque tuvimos que inventar cosas que no se conocían: impusimos nuestras canciones, nuestros arreglos, nuestra visión de la imagen, luchando contra una compañía de discos que estaba anquilosada. Cuando casi todo estaba todo por hacer, era muy excitante.
Estoy un poco cansado de disfrutaros en modo recopilatorio, sé que Jesús Ordovás reivindicaba mucho uno de vuestros discos de estudio homónimos, pero no creáis que son tan fáciles de conseguir en vinilo, el primero puede valer perfectamente 45 euros en internet en webs como Discogs. ¿Habéis planteado alguna reedición de algún tipo? ¿Por qué no?
R.- Justamente estábamos hablando hace unos días con Manolo de proponer a nuestra actual compañía, Warner, el sacar una colección de aquellos éxitos en vinilo, recordando nuestras primeras grabaciones. Y te digo que aquellas grabaciones en mono, suenan mejor en un vinilo, porque es su formato original. En los tiempos digitales, desmerecen un poco: no teníamos medios como hoy.
¿Estáis orgullosos de alguno/s de vuestros discos de estudio en particular o en los 60 ibais más a por el single perfecto?
M.- Como ya dije en una pregunta anterior, hemos compuesto canciones para nosotros y para otros cantantes que han tenido gran éxito y han vendido millones en todo el mundo. Ir para el “single perfecto” es como decir que esta canción va a tener éxito: eso no funciona así. No se sabe hasta que está en el mercado. No te puedes imaginar la cantidad de canciones que son éxito y que nunca pensaste que pudieran serlo. ¡Al final, es el público el que elige «los singles»! Por ejemplo, en un EP, teníamos tres canciones y nos faltaba una para completarlo. El complemento, obligado, fue ‘Perdóname’, una de nuestras mejores canciones. Y contestando a tu pregunta, te podemos decir que hay una canción que para los medios que teníamos y grabada en mono, suena aún hoy en día como un cañón: ‘Quince años tiene mi amor’. Otra sería ‘Quisiera ser’.
¿En aquella época había en España interés especial por conseguir un disco de estudio perfecto de unas 10-12 canciones o se buscaba más el éxito suelto y no había tanto interés por el álbum en conjunto? Llama la atención por ejemplo que los primeros discos no estén titulados… ¿Cuándo cambió esto?
R.- Bueno, nosotros grabábamos discos EP (Extended Play), de cuatro canciones cada uno que se vendían, obviamente, en vinilo, y no tenían título: figuraban las cuatro canciones en la portada. Y la foto definía la novedad. Cuando se pusieron de moda los LPs, la compañía empezó a recopilar los EPs en álbumes de 12 canciones. Y tampoco tenían título. Nuestro primer álbum completo, como tal, lo grabamos en 1970 en Londres. Se llamó ‘Mejor que nunca’, un álbum precioso, poco conocido. Curiosamente, a principios de los 60, se suponía que en España había unos 50.000 pick-ups o tocadiscos, y ya entonces vendíamos más de 100.000 de cada uno. Muchas fans lo compraban por la portada.
«(‘Perdóname’) es una canción alucinante, la grabamos en Barcelona… en media hora, en mono, pues el estéreo no había llegado todavía a España, y en directo, es decir todo a la vez»
Me alucinan los arreglos de ‘Perdóname’, ¿cómo habéis llevado esta canción al directo a lo largo de las décadas con esa cantidad de detalle, coros femeninos altísimos, instrumentos que lleva? ¿Alguna interpretación en vivo de alguna gira que recordéis como más espectacular por el equipo que os acompañara?
M.- Tienes razón, es una canción alucinante, la grabamos en Barcelona… en media hora, en mono, pues el estéreo no había llegado todavía a España, y en directo, es decir todo a la vez. Ahí es cuando se nota que hay un ingeniero de sonido extraordinario. Y en la grabación habían 16 intérpretes de coro femeninos -los de la ópera del Liceo de Barcelona-, y una orquesta enorme pero muy bien distribuida en la sala… ¡Ah¡ Y nosotros detrás de unos biombos al otro lado de la sala de grabación, para que el sonido de la orquesta no se colara por los micros. Media hora, dos ensayos con la orquesta y dos tomas de sonido en directo.
En nuestra anterior entrevista nos decíais que teníais muchas canciones que no tuvieron éxito y que se podría hacer un disco nuevo y excelente con ellas. ¿Os atreveríais a listar 10 temas vuestros que merecieron más éxito y el público se ha quedado casi sin conocer?
R.- Ostras… Vamos a ver. Del álbum de Londres, destacaría ‘Lágrimas, sonrisas’, ‘Adiós verano, adiós amor’. De otros álbumes, ‘Romance andaluz’, ‘El día’, ‘Solo pienso en ti’. De álbumes ya con mejor sonido, ‘Regálame una noche’, ‘Una segunda oportunidad’, ‘Acorralado’, ‘Creadora de sueños’, ‘Estaba pensando en ti’. Se quedan en el tintero otras diez para el próximo…
¿Nunca ha habido forma de editar ‘Solo a ti’ con Pepa Flores por «conflictos entre discográficas»? En los últimos años hemos visto a algunas discográficas unirse para resolver algún conflicto similar. ¿O el problema es que no disponéis de una grabación adecuada?
M.-Fue en 1964, y grabamos varias canciones con Pepa Flores para la película ‘Búsqueme a esa chica’, que se publicaron como parte de la banda sonora. En la película salíamos cantando con ella, y, por cierto, las canciones quedaron preciosas. No creemos que hubiera conflicto entre compañías en este caso, sino más bien dejadez.
Por más veces que escucho ‘Amor de verano’ no consigo que no se me encoja el corazón y si no lloro cada vez que suena es porque me aguanto. Al margen de la asociación al final de ‘Verano azul’, estoy seguro de que tiene que haber una explicación científica o musical desde un punto de vista técnico para esto: los acordes, la estructura, las cuerdas en el momento justo, la batería tipo villancico, la recreación en la letra, que es cortísima… ¿Vosotros por qué creéis que es? ¿Es una canción que armasteis con particular minuciosidad en el estudio o salió así fruto de la espontaneidad y no le disteis muchas vueltas?
R.- Pues mira. Esa canción la grabamos en Buenos Aires, en un álbum de 12 canciones, ¡que luego se publicó en España en EPs de cuatro! Fue una idea en primer lugar de Manolo, tiene la cadencia rítmica, si me permites, del ‘Bolero de Ravel’ más que de canción de Navidad, y la letra es muy simple pero muy bien cuadrada, pero sobre todo está muy bien rimada, que es algo que ahora se olvida y que nosotros cuidábamos al máximo. La idea de la canción es simple pero eficiente, universal -palabra mágica-, porque es una situación que todos, chicos y chicas hemos vivido de alguna manera: añoranza de ese amor pasajero, de verano, de fiesta de pueblo, que pudo ser y no fue, y que de cuando en cuando, en nuestra intimidad, con un toque de infidelidad, recordamos. Parece mentira que 53 años después de componerla, el público la cante con la letra: eso es impagable.
«La música siempre ha tenido mucho de matemáticas, y hasta los ordenadores (…) serían capaces de escribir canciones. Pero eso no quita para que la inspiración, ese algo especial, sea lo más importante»
¿Creéis que en la música hay mucho de matemáticas o es todo pasión?
R.- La música siempre ha tenido mucho de matemáticas, y hasta los ordenadores, programados debidamente por un humano, serían capaces de escribir canciones. Y en los estudios de hoy, todo se hace con ordenador, pura matemática. Pero eso no quita para que la inspiración, ese algo especial, sea lo más importante. Eso es lo que al final el público premia, que le toques la sensibilidad y las emociones. Y por supuesto el directo es lo más: ahí se ve dónde un grupo o cantante vale o no. El disco te puede engañar. Por eso, nuestras primeras canciones, en mono y en directo tenían ese algo especial, que reconozco, a veces perdemos buscando en los estudios la perfección.
Francisco Nixon de Australian Blonde y La Costa Brava ha hecho el año pasado un disco en homenaje al sonido Costa Fleming. En su playlist de influencias metió una canción que le gusta mucho producida por Ramón, ‘Un día tú, un día yo’. Es bastante diferente a lo que se os suele asociar. ¿Cómo la recordáis?
R.- ¡Ah! Esa canción (‘Give me your love’), la compusimos en primer lugar, con y para Phil Trim, el que había sido magnífico cantante de los Pop Tops: al escucharla Julio Iglesias, le gustó tanto que la quiso grabar enseguida; y la tradujo como ‘Un día tú, un día yo’. Celebramos que la hayan recuperado Francisco Nixon y La Costa Brava, y que les guste, ¡ja ja! Hay un secuenciador -todavía no habían llegado a España los ordenadores- que hubiera sido imposible tocar por la velocidad y precisión casi mecánica. Lo solucioné, bajando la velocidad de la cinta a la mitad, y tocándolo despacio una octava más grave. ¡Había que inventar!
¿Qué opina vuestra descendencia (nietos, sobrinos, hijos) de vuestras canciones? ¿Suelen citar algunas favoritas? ¿Algún seguidor/a en particular o algún comentario que después de tantos años os haya sorprendido?
R.- Todos los reportes que nos llegan del más acá, son magníficos. Las canciones se mezclan con los recuerdos y se magnifican con el tiempo. En Sonorama vamos a tener cuatro colaboraciones de cantantes indies, y nos han sorprendido los halagos y el conocimiento que tenían de nuestra obra. Incluso de canciones que jamás hemos cantado en directo… En casa, no se tocan canciones del Dúo, salvo si es necesidad profesional. Con eso te lo digo todo.
¿Últimamente se os ha acercado algún grupo joven que desconocierais y que se haya declarado fan de vuestro trabajo?
M.- Hemos recibido versiones de nuestras canciones muy afortunadas, y bien producidas. Por lógica a la gente joven le gustan sus grupos y cantantes, siempre ha sido así. Y siempre hay grupos de jóvenes que vienen al camerino a felicitarnos por lo bien que sonamos y por las canciones, cosa que no esperaban. A veces se juntan tres generaciones de la misma familia, y una vez, hasta vinieron cuatro: o sea. A veces vienen grupos a saludarnos, pero son los que están cerca, tocando en las mismas fiestas, y sí, es de agradecer: todo son parabienes.
¿Cuándo incorporasteis ‘La la la’ a vuestro repertorio en vivo?
R.- Bueno, de hecho, la habíamos grabado en Milán, al mismo tiempo que Serrat, que lo hizo también allí. Creo que la incorporamos enseguida: era obligado, porque era un tiro en aquel momento.
¿Alguno de vuestros hitazos que haya desaparecido y vuelto a aparecer en vuestro repertorio porque os habéis cansado o siempre habéis mantenido todos los principales?
M.-Hubo un tiempo en que queríamos dar a nuestro público… ¡algo nuevo! Una equivocación -lo dijo Frank Sinatra: al público hay que darle lo que espera recibir, para una cosa diferente ya hay otros artistas que lo hacen mejor que tú-. Hacemos un repertorio en el que cantamos canciones sin que ello suponga un cambio drástico de arreglo, pero sí con muchísimo mejor sonido, y el público escuchará lo que espera musicalmente de nosotros. Y sí, hemos ido cambiando canciones, pero hay unas cuantas intocables.
«El éxito iba por delante nuestro muchas veces, era imparable. (…) Era como un flirteo con la juventud, con la sociedad: algo que no se puede explicar»
Aunque es obvio que todo el mundo conoce muchísimos de vuestros hits, me ha sorprendido leer en un libro de la SGAE que muchos de vuestros números 1 están concentrados en 1961. ’15 años tiene mi amor’ fue directamente la canción más vendida de todo el año. Esto es un año antes de que salieran los Beatles en Reino Unido. ¿Recordáis aquel año en particular o tenéis un recuerdo difuminado de los primeros años 60 en general porque por el éxito no os dio tiempo a disfrutar de nada?
R.- Sí que es cierto que el éxito iba por delante nuestro muchas veces, era imparable. ‘Quince años…’ fue un éxito inmediato, natural, ya que todas nuestras fans se vieron reflejadas en una edad que, sin duda, van a recordar toda su vida. Y hoy día conseguimos el milagro de que los vuelvan a tener durante casi dos horas en nuestros conciertos. Nuestros números uno, fueron desde 1961 hasta 1966. Tenemos muchos recuerdos de entonces, porque era un sinvivir, con noticias, actuaciones, peticiones por todas partes. Era como un flirteo con la juventud, con la sociedad: algo que no se puede explicar.
También me ha sorprendido leer en el mismo libro que ‘Resistiré’ no llegó a las listas oficiales de éxitos en la segunda mitad de los 80, lo cual es bastante raro porque todo el mundo conoce la canción. ¿Qué pasó? ¿Tuvisteis problemas para entrar en las radiofórmulas? ¿Lo que quisisteis vender fue el disco ‘En forma’, que sí fue número 16, o qué pasó?
M.- ‘Resistiré’ fue una canción que poco a poco se fue afianzando y se convirtió en un tema universal, puesta por Almodóvar al final de ‘Átame’, con Antonio Banderas, Loles León y Victoria Abril cantándolo. Pero fue también el himno nacional en Argentina en 2001 cuando tuvo la gran recesión, de alguna manera sirvió para paliar en lo que cabe esos momentos difíciles; fue el leit motiv de la serie argentina ‘Resistiré’, que conquistó los máximos premios que se han obtenido en el país; la tiene como himno una congregación de cuatro millones de personas con alguna discapacidad… Es decir, sirve para muchos problemas y nos ha dado muchas alegrías.
¿En aquel momento fue decepcionante para vosotros? ¿Cuándo se convirtió esta canción en un clásico más de vuestro repertorio? ¿Fue poco a poco, tras la peli de Almodóvar…
R.- Sin duda, el espaldarazo a la canción lo dio Almodóvar incluyéndola en una escena emblemática en ‘Átame’. Pero tengo que decir, ahora que no me oye Manolo, que la canción que él compuso, es magnífica, potente, y la letra, que hizo Carlos Toro, con ideas de Manolo, es sublime: no se puede explicar mejor la necesidad que tenemos todos de superar los grandes problemas que nos endosa la vida. Nunca fue número uno, nunca la programaron en Kiss FM, pero ahí está, después de un montón de años, cuando otras de ese tiempo, súper promocionadas, están en el olvido.
¿Os gustó ‘Átame’? ¿A los dos por igual?
M.- Me gustó mucho, Pedro Almodóvar es un genio, no hay más que ver sus éxitos en todo el mundo.
R.- Y a mí, mucho también. Almodóvar explica y fotografía muy bien sus películas, es sin duda el mejor.
No me extraña que terminarais cantando esta canción, ‘Resistiré’, con Alaska, esa canción siempre tuvo el espíritu de ‘A quién le importa’, que a su vez era muy ‘I will survive’, y es un espíritu que Fangoria han recreado en otros temas más recientes como ‘Desfachatez’. ¿Era vuestra intención con ‘Resistiré’ hacer un tema en la línea? ¿Qué creéis que conecta todas estas canciones?
R.- Probablemente es ese deseo de superación, de ganar a las tribulaciones, a las adversidades, de zafarse de los palos que te da la vida, deseo y afán que es innato en el hombre. Si las cosas van mal, canta ‘Resistiré’. Ayuda mucho.
Recuerdo ver a Boris Izaguirre en Telecinco diciendo que las portadas de vuestros discos le parecían súper gays, incluida una en la que salíais cambiando una rueda de un coche. Me reí mucho, aunque me quedé un poco a cuadros. ¿Cómo os sentó a vosotros? ¿Os reísteis un poco por obligación u os hizo gracia de verdad? ¿Antes de Boris os lo había dicho alguien más?
M.- Cualquier elogio de Boris Izaguirre es bien recibido porque es un genio, y los genios dicen cosas brillantes y contradictorias. Recuerdo que recién llegado a España le invité a mi casa a comer con toda mi familia y todos quedaron encantados con su gran personalidad. Las fotos de nuestros discos salvo alguna excepción las hacíamos nosotros con una Rolleiflex 6×6 que nos compramos, y con un trípode con automático; la del cambio de la rueda en la carretera, es real como la vida misma… Ramón tuvo un pinchazo y aprovechamos el momento para nuestra pequeña historia, ¡ja, ja!
«Nos han asombrado muchos de los grupos que van a actuar con nosotros en Sonorama»
Muy a menudo hay revival de los 60 o de los 50, en los últimos años ha habido girl groups como las Pipettes, sale gente como Meghan Trainor y se ha reivindicado muchísimo la producción de Phil Spector… los artistas de primera línea como Robbie Williams de vez en cuando graban discos de swing… pero rara vez ha vuelto el twist, al menos de manera masiva, ni se le ha intentado dar una nueva vuelta. ¿Por qué creéis que es?
R.- El twist fue un ritmo… de verano, quizá el líder de todos los que luego fueron sacando los franceses, cuyo mejor exponente, fue sin duda Georgie Dann. El twist era de origen americano, y Chubby Checker -con el que actuamos en el Luna Park de Buenos Aires, por cierto-, lo hacía muy bien: el ‘Let’s Twist Again’ sonaba como un cañón. Nosotros grabamos un par de ellos que aún cantamos: ‘Bailando twist’ y ‘Lolita twist’. Pero pasó la moda, y a otra cosa mariposa. Ah, y Phil Spector era un monstruo… El swing nunca morirá, porque es la música base de USA junto con el blues. Nosotros grabamos bastantes swings: nos encanta aún cantar ‘Quisiera ser’ y ‘Somos jóvenes’.
Hablando de revival años 60, y aunque no tenía tanto que ver con vosotros, me pregunto si conocisteis el trabajo de Amy Winehouse y qué os pareció. ¿Alguna canción favorita de su repertorio? ¿Algún otro artista que en los últimos años os haya llamado la atención por su carisma, buenas canciones, etcétera?
M.- Amy Winehouse no debería haber muerto; ha sido una desgracia el que no podamos disfrutar de su arte en el futuro. Hay un dúo español del cual soy fan. Ella se llama Eva… Eva Amaral, sus canciones son historia y se escucharán siempre. Y hay mucho talento por ahí. Pablo Alborán, el eterno ya Alejandro Sanz, Bisbal, Melendi… Y al revisarlos ahora, nos han asombrado muchos de los grupos que van a actuar con nosotros en Sonorama. Nos han recordado nuestros primeros tiempos, cuando éramos como ellos.