091: «Nuestras canciones han resistido muy bien el paso del tiempo, y nos sentimos orgullosos de defenderlas»

2016 será recordado, entre otras muchas cosas, por ser el año en que los granadinos 091 resucitaron. Lo hicieron para conmemorar los 20 años de ausencia desde su separación, con el poso del tiempo colocándoles como una referencia ineludible en el rock estatal, logrando captar adeptos incluso de generaciones posteriores. Acaban de lanzar en una edición de lujo (un doble vinilo que incluye también el doble CD y el DVD) ‘Maniobra de resurrección‘, un álbum grabado en directo en su ciudad, Granada, que resume y celebra este regreso. Hace unos días pudimos charlar telefónicamente con José Ignacio Lapido, guitarrista y compositor principal del grupo, sobre el desarrollo de la gira, las reediciones de sus antiguos discos, el contacto con sus fans y, también, sobre el futuro. Tras actuar por todo el país y en diversos festivales, 091 han prolongado varias veces esta gira, que ahora se acerca a su definitivo final. Este sábado, día 8 de octubre, actúan en la Sala Razzmatazz de Barcelona, y después estarán en Sevilla, Madrid, Jaén… Puedes consultar todas las fechas aquí.

Nueve meses después de comenzar esta gira, la sensación es que se ha ido haciendo una especie de efecto bola de nieve. Comenzó con unas fechas programadas, pero ha ido creciendo, ha desembocado en un álbum en directo y fechas prolongadas hasta final de año. ¿Es así?
No, no estaba previsto en su totalidad. Cuando anunciamos la vuelta a finales de 2015, solo teníamos previstos algunos conciertos. Sí estaba previsto que la celebración del vigésimo aniversario fuera todo el año, pero por ejemplo no estaba prevista la publicación del álbum en directo, que fue una oferta posterior de Warner, del mismo modo que las reediciones de los antiguos álbumes, que estaban descatalogados, y en las que también nos hemos involucrado.

¿Se entiende, entonces, que la recepción ha superado incluso vuestras propias expectativas o habíais sido demasiado prudentes?
Pues una mezcla de ambas cosas. Siempre es bueno no partir con demasiadas expectativas para no defraudarte, pero lo cierto es que nada más anunciarse el regreso y ver que se agotaban las entradas en pocos días, ya vimos que la recepción era incluso mejor de lo que esperábamos.

¿Hay algo que os haya sorprendido especialmente?
Sobre todo el grado de afecto y cariño que hemos recibido en cada concierto, o ver a gente que ha ido a casi todos los conciertos, siempre en las primeras filas de muchas ciudades.

«Nos ha sorprendido ver a gente que ha ido a casi todos los conciertos, siempre en las primeras filas de muchas ciudades»

¿Cómo es el público que os habéis encontrado en estos meses? Supongo que una gira así no se llena solo con unos cuantos nostálgicos…
Claro. Es una mezcla de antiguos seguidores, de nuestra época en activo, y también gente que por edad no pudo vernos entonces, que serían niños o que ni siquiera habían nacido. En algunos incluso vienen niños, los hijos de nuestros seguidores de entonces.

Curiosamente, cuando lo dejasteis en 1996 os visteis arrinconados por una nueva generación que marcó distancias con la vuestra, aquella revolución indie que ha evolucionado en un nuevo mainstream que es hoy. ¿Creéis que se fue injusto con vuestra generación o hacía falta aquella sacudida para reaccionar?
Yo creo que es una cuestión cíclica que se da siempre en la historia de la música pop, llegan artistas que hacen ver que lo que antes era pujante parezca obsoleto. En nuestro caso, no puedo decir que nos viéramos arrinconados, nosotros íbamos a lo nuestro, bastante ajenos al resto. Decidimos poner punto final en el 96 porque llevábamos 14 años juntos, habíamos grabado 7 discos y pensamos que todo debe tener un principio y un final. Teníamos claro que los grupos que duran más de la cuenta llegan a una decadencia artística, y antes de que las cosas se pudrieran a nivel personal entre nosotros preferimos dejarlo ahí, y registrarlo [NdE: Se refiere a ‘Último concierto‘] con un disco en directo. Lo que sí que no esperábamos era volver 20 años después, eso ni se nos pasaba por la cabeza.

«He visto muchísimos movimientos estéticos pasar y nadie recuerda a las bandas por cómo iban vestidos o el movimiento al que estaban adscritos. Si la banda tenía buenas canciones, eso es lo que queda»

Ya que mencionas el tema de los ciclos… Del mismo modo, hoy hay una generación de músicos que piensan que Los Planetas y demás eran unos reaccionarios y ponen en valor lo que hicisteis vosotros, o El Último de la Fila, Gabinete Caligari… ¿no?
Yo soy un fanático del rock and roll y he seguido el género durante muchos años, y puedo afirmar que siempre, ineludiblemente, quedan las canciones, por encima de todo. Desde que empecé a tocar la guitarra, hace ya mucho, he visto muchísimos movimientos estéticos pasar y nadie recuerda a las bandas por cómo iban vestidos o el movimiento al que estaban adscritos. Si la banda tenía buenas canciones, eso es lo que queda. En nuestro caso, una de las razones que yo barajo para que nuestra vuelta haya sido tan exitosa es porque nuestras canciones han resistido muy bien el paso del tiempo, y nos sentimos orgullosos de defenderlas en directo.

Lo cierto es que, enfrentando vuestros álbumes hoy día, sorprende no solo la atemporalidad de vuestra propuesta musical, sino también la increíble vigencia de muchas letras. ¿Eso quiere decir que en 20 años hemos avanzado poco socialmente o que ibais por delante en muchas cosas?
No sé, ya nos han preguntado otras veces por el sello profético de nuestras canciones… y bueno, cuando me ponía a escribir no planeaba hacer profecías. [Risas] Sí he tenido siempre un compromiso con la realidad, y cuando esas canciones se compusieron España vivía en una burbuja creciente, era la España de la Expo, las Olimpiadas, el nuevoriquismo que invadió todo el país a finales de los 80 y primeros 90 y que no ha explotado hasta hace unos años. Creo que siempre fuimos un poco aguafiestas de aquellas grandes celebraciones y eventos desmesurados. Nosotros hablábamos de colas del paro, gente que vendía pañuelos en los semáforos e iba a comedores sociales. Representábamos la voz oculta detrás de todo aquel sufrimiento social, que al final devino en lo que todos sabemos.

«El hecho de haber mantenido una ética, un compromiso con lo que nos rodeaba, quizá ha ido a nuestro favor»

Quizá esa valentía de hablar de temas sociales, viniendo de un grupo que sonaba en las grandes emisoras de radio, aparecía en televisión y estaba en un sello multinacional, es lo que más valora ahora la gente que va a vuestros conciertos, ¿no? Es algo bastante atípico.
Puede ser, puede ser… Habría que preguntárselo a esa gente, pero yo creo que el hecho de haber mantenido, tanto musical como líricamente, una ética, un compromiso con lo que nos rodeaba, quizá ha ido a nuestro favor. La música pop tiene siempre ese halo de pose, de algo artificioso, pero siempre me he planteado la música como forma de expresión vital. Hay quien lo hace con la pintura o la escritura y nosotros con nuestras guitarras. Y claro, cuando tienes un hueco para expresarte, con tus letras debes tomar una opción: o quedarte en algo intrascendente o buscar cierto valor poético y social.

Este año habéis tocado en varios festivales como el Low o Sonorama, con otra generación de bandas que hoy gozan de cierta popularidad. ¿Cuál ha sido su reacción al compartir escenario con vosotros?
Yo en particular, como he tenido la suerte de no dejar la música, para mí es algo muy habitual, pero es cierto que al final de nuestra primera etapa el tema de los festivales era algo casi inexistente en España, o al menos no como está ahora montado. Es una buena manera de acceder a la música. Este año hemos tocado en festivales muy distintos. Por ejemplo, hemos estado en Azkena, con los Who, que no son precisamente más jóvenes que nosotros… [Risas] Son unos mitos, para nosotros. Y en el Mad Cool con Neil Young, y en Sonorama con otros que no son chavales, Dúo Dinámico… [Risas] Pero está bien, ese vaivén generacional.

¿Qué canción o álbum vuestro os ha sorprendido más a la hora de hacer los setlists? Una canción que teníais medio olvidada y os hayáis dado cuenta de que valía mucho le pena…
Ha habido algunas canciones que hemos introducido en el repertorio de esta gira que no tocábamos en nuestra primera etapa. Por ejemplo, en ‘Maniobra de resurrección’ está ‘Nubes con forma de pistola’, que nunca la habíamos tocado en directo antes, o ‘Nadie encuentra lo que busca’, de ‘Doce canciones sin piedad’, que la tocamos solo dos o tres veces. Han funcionado muy bien. Quizá entonces nos daba miedo intercalar temas tan acústicos en medio de la tormenta eléctrica que eran nuestros conciertos, pero ahora, quizá por madurez o serenidad, nos hemos visto con fuerza para retomarlas.

Y, al revés: ¿qué petición por parte del público os ha sorprendido más?
Si fuera por nuestros seguidores, nuestros conciertos durarían no como los de Springsteen, sino más aún. [Risas] Son insaciables, y su función es pedir siempre más. Pero claro, los conciertos tienen una duración limitada, especialmente en festivales. Pero vamos, el concierto de Granada, el que se ha registrado en ‘Maniobra de resurrección’, dura dos horas y media, que yo creo que está bien.

Aunque sea recurrente, no se nos ocurre nadie mejor que a vosotros para preguntaros, dado que contáis con la perspectiva de haber contactado con varias generaciones de músicos: ¿qué ocurre en Granada? ¿De dónde viene tanta riqueza musical que no se encuentra en otras capitales de provincia?
Es una pregunta recurrente de los periodistas que no conocen la ciudad, sí. Hay explicaciones para todos los gustos. Mi amigo Antonio Arias [NdE: ex miembro de 091, Lagartija Nick] tiene una respuesta esotérica, que alude a los ríos y las corrientes subterráneas de la ciudad. Yo creo que tiene que ver con una realidad social. Es una ciudad con muchos estudiantes y mucho paro, así que claro, mientras tu futuro se va esclareciendo, qué mejor que coger una guitarra eléctrica y aprender a utilizarla mientras aclaras tus ideas. Aparte, el mismo hecho de que desde los 60 hubiera artistas como Miguel Ríos o Los Ángeles, ha dado pie a que los chicos vieran que convertir aquello en tu profesión no era una locura, ¿no? Y eso se va repitiendo generación tras generación. También es muy importante la escena de bares de rock and roll, que aglutinan a toda esa gente y son el germen de muchas de esas aventuras musicales.

El hecho de que tú hayas seguido en la música después de 091… Tú habrás sido también un referente para muchos de esos grupos nuevos, ¿no?
Bueno, yo estar, he estado ahí, eso es así. [Risas] No, claro, a mí me da mucha alegría ver gente muy joven que sigue teniendo afición por el pop y el rock, y compartimos incluso local de ensayo, te piden consejo… Sí es cierto que esto se puede dar más en nuestra ciudad que en otras.

Además, el hecho de que bandas como Grupo de Expertos Solynieve, en la que milita J, haga versiones de The Byrds o Kevin Ayers muestra que aquella distancia teórica no era más que formal, ¿no? Parece que con el tiempo vuestra relación con aquella generación se ha ido estrechando. ¿O no?
Sí, es cierto que los músicos estamos muy unidos y bueno, hay muchos músicos que compartimos en diferentes bandas. Por ejemplo mi hermano Víctor, después de 091 estuvo en Lagartija Nick con Antonio, luego se enroló en Grupo de Expertos, precisamente. O gente que toca en Lori Meyers tocó antes conmigo. Todo eso retroalimenta la escena.

Pocos años después de vuestra separación, sobre 2002, hubo varios homenajes hacia 091, tanto por parte de grupos jóvenes y aún poco conocidos (como Amaral, que empezaban a pitar entonces, o Niños Mutantes) como por grupos más consagrados entonces como Revólver. ¿Qué recuerdas de aquello?
Fue un sorpresa que se juntaran a la vez dos discos de homenaje, es muy satisfactorio ver que compañeros de profesión se unen para rendir homenaje a tus canciones. Sí, recuerdo que en uno estaba Amaral, Revólver, Seguridad Social, La Frontera… y en el otro grupos muy potentes como Doctor Dhivago… No recuerdo bien, pero fue un placer escuchar nuestras canciones en boca de otros, porque tú tienes una idea muy cerrada de cómo es tu canción y oír cómo las llevan a otro sitio es muy gratificante.

«Cuando ves que esa canción que tú has hecho para tu autosatisfacción ha estimulado a otros artistas es un doble orgullo»

Supongo que sería la primera vez que os daríais cuenta de que habíais dejado una huella profunda…
Sí, sí, pero vamos, que cuando uno se pone a escribir no piensa en eso, en dejar huella o en homenajes. Sólo en que te satisfaga a ti mismo. Pero sí, cuando ves que esa canción que tú has hecho para tu autosatisfacción ha estimulado a otros artistas es un doble orgullo.

Supongo que, aunque queda todo el otoño por delante, ya podréis ir haciendo balance de esta experiencia, ¿no? ¿Cómo resumiríais lo que habéis vivido?
Todo empezó con cierto respeto e incluso cierto temor. 20 años sin tocar juntos son muchos años. Pero superado eso y viendo que enseguida cogíamos inercia, y viendo que las entradas se agotaban en cuestión de días, ya adivinábamos que la cosa podría superar incluso nuestras previsiones más optimistas. En cuanto a la respuesta del público, solo podemos tener palabras de agradecimiento y desde luego ha sido una experiencia totalmente positiva.

Leí que habías dejado en stand-by tu nuevo disco justo para poder empezar con esta gira de regreso. Cuando acabe esto, ¿lo retomarás?
Tenía previsto la grabación de un disco a principios de 2016, pero vi que no era conveniente mantener ambos proyectos de forma paralela, algo me decía que saldría mal. Y el tiempo me ha dado la razón, porque por ejemplo no estaba prevista la reedición de nuestro catálogo, que ha sido aún más trabajo, luego el disco en directo. Espero retomarlo después de la gira, sí, y publicarlo el año que viene.

Y, después de los meses, ¿no os ha picado el gusanillo de volver a escribir nuevas canciones para los Cero?
Nuestra idea es hacer esta gira y ya está. La verdad es que hemos hablado del futuro, pero muy someramente, y en absoluto hemos tomado una decisión. Es decir, la gira acaba en diciembre y no hay nada más. Lo que sí ocurre es que, como hace 20 años dijimos que no íbamos a volver y 20 años después hemos vuelto, ya somos menos radicales y más cautos a la hora de cerrar puertas. [Risas] Pero ahora mismo no hay nada de nada de esto.

Bueno, pero después de los 20 llegan los 25…
[Risas] Cierto, y luego los 30, pero quizá ya estemos en una edad un poco difícil.

Foto de Javier Martín Ruiz, cedida por Warner Music España.

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Publicado por
Raúl Guillén