Como informan en el largo post de su Facebook, que el lanzamiento de esta versión haya coincidido con la victoria de Donald Trump en Estados Unidos ha cambiado todo el sentido de ‘White Flag’ y aunque aún la mitad de los beneficios de esta versión irá a reparar sus daños, la otra mitad la donarán a dos organizaciones benéficas, Planned Parenthood y ACLU. Foxing tienen unas palabras de cariño «hacia la población negra, latina, LGTB, musulmana, femenina y toda aquella que alguna vez se haya sentido marginada».
«Cuando nos hemos despertado esta mañana», escribían ayer, «todo parecía estar mal y nada parecía ser importante. Nuestros problemas financieros se han quedado pequeños por otros más grandes. Algo de lo que hay que hablar con urgencia. Ha sido una dura semana para nosotros, y ha sido un día duro para nuestro país. Es casi imposible asumir lo que pasó anoche. La verdad es que lo que podamos decir ahora sería reaccionario y posiblemente no de muy buen gusto». Concluyen: «nuestro país tiene una enfermedad, una enfermedad que hemos alimentado profundamente y desde hace mucho tiempo. Ha estado con nosotros desde que tenemos un nombre. La cura para esa enfermedad es una voz unida. En los próximos días, meses y años, por favor, dejadnos ser parte de esa voz».
La letra de ‘White Flag’, escrita desde el dolor pero desde también la esperanza y la fuerza («me hundiré en este barco, pero no me rendiré, no habrá bandera blanca sobre mi puerta, estoy enamorada y siempre lo estaré»), suena hoy ciertamente como dedicada a América. Es, por cierto, la canción más escuchada de Dido en las plataformas de streaming por encima de ‘Thank You’ y ‘Here With Me’.