Cine

5 películas españolas que (casi) nadie ha visto y (quizá) te gustaría ver

Su paso por las salas comerciales ha sido más fugaz que la moda de Pokémon Go. Salvo ‘Un otoño sin Berlín’, que llegó a la estratosférica cifra de 16.597 espectadores (datos del Ministerio de Cultura), las demás han rondado los tres o cuatro mil espectadores. ¿Falta de interés? Quizá falta de tiempo para que funcione el boca-oreja y poder ir a verlas.

La reconquista (Jonás Trueba)

Ni siquiera su presencia en la sección oficial del festival de San Sebastián ha llevado a la gente a las salas (hasta hace días resistía en una de Madrid). La última película de Jonás Trueba es también la mejor de su filmografía. ‘La reconquista’ (precioso título) es una melancólica reflexión sobre el amor y el paso del tiempo. La lectura de una carta (de amor, claro) escrita durante la adolescencia activa los recuerdos de una pareja de treintañeros y pone en marcha una historia que transcurre durante una noche en Madrid. Un invernal paseo rohmeriano (y morettiniano, esa vuelta a casa en Vespa) por parques (las Vistillas), restaurantes chinos, conciertos (Rafael Berrio interpreta varias canciones) y locales donde se baila swing (uno de los grandes momentos de la película). Un viaje al pasado que se materializará en un tercer acto –veraniego, luminoso- tan arriesgado como emotivo. Toda una conquista.
Disponible: en el centro LABoral de Gijón. Más info, aquí.

Las amigas de Ágata (Laia Alabart, Alba Cros, Laura Rius, Marta Verheyen)

Ágata y sus amigas hablan de chicos y de irse de fiesta. De poco más. Pero lo que traducen sus palabras y sus gestos tiene la profundidad de una película de Bela Tarr. Estas cuatro directoras, compañeras de la Pompeu, consiguen en su deslumbrante debut (es el trabajo de fin de carrera) atrapar un momento clave en la adolescencia: ese día en el que te das cuenta de que tus amigas «del cole» te aburren y prefieres estar con tus nuevas amistades de la universidad; ese día en que, sin darte cuenta, se abre una enorme brecha detrás de ti por la que se cuela tu infancia. Supervisada por Isaki Lacuesta y León Siminiani, y con la mirada puesta en el cine de Céline Sciamma (‘Tomboy‘, ‘La banda de las chicas‘), ‘Las amigas de Ágata’ es un retrato sobre la amistad juvenil lleno de espontaneidad y autenticidad, una película formalmente descuidada pero con más verdad en sus imperfectas imágenes que en la de muchos productos «bien acabados» que se estrenan cada año.
Disponible: Filmin, Movistar+, Wuaki.tv

El rey tuerto (Marc Crehuet)

Cine de origen teatral que no se avergüenza de serlo. Marc Crehuet, creador de la sitcom ‘Pop ràpid’ y director del corto de Venga monjas ‘Aniversario’ (donde curiosamente disparaban en el ojo a Alain Hernández, el policía de esta película), adapta al cine su aplaudida obra de teatro con los mismos actores del montaje original y sin volverse loco con la cámara para «darle dinamismo» (como sí pasa en la, aun así, recomendable ‘7 años‘). Por medio de un eficaz uso del plano-contraplano y una fotografía de textura lynchiana, que parece disparar proyectiles de goma contra el tono cómico del texto, el director consigue su objetivo: zarandear al espectador, llevarlo de un lado al otro. De la carcajada a la sonrisa helada, de la emoción a la reflexión, de lo costumbrista a lo simbólico. Y todo con la puntería de un antidisturbios.
Disponible: Filmin.

Anabel (Antonio Trashorras)

Tras su atrevida, simpática pero fallida ‘El callejón’, Antonio Trashorras (crítico de Fotogramas y guionista de ‘El espinazo del diablo’ o ‘La hora chanante’) encerró en su piso a dos actrices jóvenes (Ana de Armas, Rocío León) y un ilustre veterano (Enrique Villén), y en un par de fines de semana se ventiló su segundo largometraje. No le fue mal. Fue premiada en Sitges y en Abycine. ‘Anabel’ es una película de suspense, heredera (confesa) del cine de Polanski, que utiliza la ausencia –de medios económicos, de asideros dramáticos, de escenarios, de Anabel- como combustible narrativo. Para disfrutarla hay que superar un escollo: creerte la inverosímil excusa argumental que pone en marcha la historia, el comienzo de la convivencia. Quien lo logre, se verá atrapado en una inquietante intriga llena de tensión y extrañeza, que avanza impregnada por una atmósfera más turbia que la mirada del (quimérico) inquilino protagonista.
Disponible: Filmin.

Un otoño sin Berlín (Lara Izagirre)

Solo por ver la fabulosa interpretación de Irene Escolar (Goya a la mejor actriz revelación) merece la pena ver esta película tan poco vista (sobre todo fuera de Euskadi). Pero hay más razones: un sutil y muy emotivo relato lleno de elipsis y silencios que el espectador tiene que interpretar, una expresiva y poética utilización del formato (está rodada en 4:3) y los ambientes (la Amorebieta natal de la directora, con la térmica de Boroa al fondo) y una puesta en escena naturalista que transmite una enorme veracidad. Todo para narrar una historia de amor épica, protagonizada por una valiente heroína llena de heridas emocionales que regresa a casa dispuesta a rescatar a su amado de las garras de la depresión y llevárselo a Berlín. Una directora a seguir como hace ella con sus personajes: muy de cerca.
Disponible: Filmin, Wuaki.tv

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