También se puede comprar ‘Boys Don’t Cry’, la revista de arte que el artista californiano vendió en algunos selectos pop-up stores durante un tiempo limitado (su precio es 80$, pero en el mercado de reventa se pedían hasta 500$), además de merchandising variado, que va desde camisetas hasta ambientadores (¿con olor a pino?) para el coche (Ocean es un fanático de los automóviles), pasando por pósters. Entre estos destaca uno de la imagen de la portada del disco fundida en negro, haciéndola prácticamente invisible. El traje nuevo del Emperador, vaya.
Como explicaba Ocean en una entrevista reciente, no le preocupan lo más mínimo ni las ventas de este álbum (pese a que con las 300.000 unidades despachadas en iTunes en su primera semana ya será uno de los discos más vendidos del año) ni los premios. Como sabréis, renunció a inscribirse a él y su obra para los próximos premios Grammy. El verdadero triunfo para el autor de ‘channel:ORANGE’ fue liberarse de su contrato con Universal y poder publicar bajo su propio sello este ‘Blonde’. De ahí que la promoción de este disco haya sido entre escasa y nula.