La odisea comenzaba, muchas veces, por un rápido repaso a páginas de torrents. Y continuaba después por las páginas de subtítulos, una tarea que en multitud de ocasiones era aún más ardua. Si bien casi cualquiera se puede tragar un capítulo random en la lengua de Shakespeare sin necesidad de ayuda escrita, hacerlo en noruego, danés o sueco es algo que se nos antoja francamente complicado. Aún así muchas de estas series consiguieron dar el salto, y convertirse en clásicos dignos de cualquier serie-adicto. La primera temporada de ‘Bron / Broen’, ‘Forbrydelsen’, la más reciente ‘Okkupert’… y eso por citar solo algunos de los casos de los muy prolíficos países nórdicos.
Porque si hay algo indudable, eso es que en realidad han sido los Estados Unidos los que llevan ganando la partida en la pequeña pantalla todos estos años. Les avala un amplio mercado (en el que algunas cadenas como la HBO pueden estrenar productos más marcianos sin necesidad de arriesgarse demasiado) y una potencia financiera que ya quisieran para sí muchos productores de televisión de todo el mundo. Sin embargo, este panorama empezó a cambiar hace unos años, con la aparición de las plataformas de vídeo bajo demanda. Asi, las dos primeras temporadas de ‘Bron / Broen’ pueden encontrarse hoy en Yomvi (Movistar+), y hemos podido disfrutar de ‘Okkupert’ en ese mismo servicio. Aunque es el caso de Netflix el que más interesa, especialmente gracias a su producto ‘Originals’. Bajo este nombre, la VOD aglutina tanto producciones originales como coproducciones y acuerdos exclusivos de distribución centrados en los diferentes mercados locales en los que opera. Algo que la hace muy distinta de todas sus competidoras.
Es por eso que estamos disfrutando, desde ya, de algunas joyas que de otro modo no hubiésemos podido llegar ni a oler. ‘El Marginal’ (Argentina), ‘Club de Cuervos’ (México), ‘3%’ (Brasil), ‘Midnight Dinner: Tokyo Stories’ (Japón), ‘Fauda’ (Israel). De momento algunas de ellas aún pueden contarse solo con los dedos de una mano, pero con el ímpetu que está poniendo la compañía en su producto original (recordemos que se ha hecho con los derechos para continuar ‘The Killing’, ‘Black Mirror’ o ‘El Ministerio del Tiempo’, el caso que nos toca más cerca) está claro que este catálogo no va a hacer otra cosa más que acrecentarse en el futuro. Y además del catálogo original, continuarán dando visibilidad a productos más locales, cuyo recorrido solía ser bastante más ajustado a su zona de influencia.
¿Supone esto el fin de la hegemonía estadounidense en la pequeña pantalla? Lo cierto es que al final del todo, sigue siendo una compañía estadounidense la que está financiando productos más regionales. Pero está claro que este tipo de política impulsa la creación propia, y uno termina sorprendiéndose al ver aparecer productos de ficción distópica brasileños (‘3%’) que tiene a un toque de mando de distancia, en streaming, sin anuncios y cuando y donde quiera. Si a ello le añadimos que cada vez más plataformas de vídeo bajo demanda están interesadas en el mercado español (la última en llegar ha sido HBO, ahora solo nos queda esperar a Hulu), el futuro de las series podría ser realmente brillante (y diverso).
Claro, que también puede que necesitemos pedir un crédito para pagar cada servicio de VOD que aterrice en España. Pero eso, queridos amigos, da para otro artículo.