Cine

‘Toni Erdmann’: la mejor película europea (y no europea) del año

Ha sido, junto a ‘Elle‘, la película europea de 2016. ‘Toni Erdman’ lleva acumulando premios desde que se presentó en Cannes la primavera pasada. Y aunque se le ha escapado el Globo de Oro (en favor de ‘Elle’), el Oscar a la mejor película de habla no inglesa lleva su nombre grabado, sobre todo desde la inexplicable ausencia de la película de Verhoeven entre las finalistas.

¿Quién es Maren Ade, su directora? Sorprendentemente, dado el poco cine alemán que llega a nuestras pantallas, no es ninguna desconocida para el público español. Su segunda película, la notable ‘Entre nosotros’ (2009), se estrenó comercialmente en España y está en el catálogo de Filmin. La directora alemana es, junto a Christian Petzold (‘Bárbara’, ‘Phoenix’), la cabeza visible de la Escuela de Berlín. Un movimiento más artificial que real (todos sus integrantes reniegan de la etiqueta), pero que sin embargo ha facilitado enormemente su visibilidad (el festival de Gijón le dedicó una retrospectiva hace unos años).

¿Está justificado tanto premio a ‘Toni Erdmann’? Se quedan cortos. La tercera película de Maren Ade es una de las grandes comedias de los últimos años. Un filme de una enorme ambición dramática que, partiendo de una base tan poco nutritiva para el humor como es el realismo social (la película se desarrolla en una Rumanía vendida completamente al capital alemán y está protagonizada por una consultora), va creciendo y desplegándose en insospechadas ramificaciones: de la screwball comedy

al posthumor, de ‘La fiera de mi niña’ a Andy Kaufman (el personaje de Toni Erdmann está inspirado en el de Tony Clifton), del drama grotesco a la comedia de situación, del choque generacional (padre-hija) al cultural (Alemania-Rumanía).

La película pasa de la incomodidad a la ternura, de lo trágico a lo cómico, con la misma naturalidad con la que el protagonista se pone unos dientes postizos. Son casi tres horas de duración, pero podrían ser treinta. El ritmo no decae en ningún momento (vital para una comedia), su potencia cómica se mantiene intacta, su fuerza satírica se desborda, y su capacidad para conmover no deja de crecer hasta su extraordinaria parte final, con una descollante fiesta de cumpleaños y una (peluda) aparición realmente antológicas.

‘Toni Erdmann’ es sorprendente, conmovedora y divertida, pero también muy reveladora sobre ese estado del malestar que poco a poco se está imponiendo en las democracias occidentales. Padre e hija representan una manera de vivir casi antagónica. Uno busca la felicidad (la propia y la ajena) a través del humor y la cercanía sentimental, la otra por medio del éxito profesional y el distanciamiento emocional. En una secuencia clave de la película la directora vuelca todas esas tensiones dramáticas en la interpretación de ‘The Greatest Love of All’, de Whitney Houston. Una canción pop como tratado de filosofía epicúrea. 9,5.

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Publicado por
Joric
Tags: toni erdmann