Durante esta misma charla, la autora de ‘Sucker’ se une a la larga lista de artistas que odian su hit a muerte. El «hit» propio que odia Charli es ‘Break the Rules’ (no tan hit después de todo). La británica asegura que ya lo detestaba antes de publicarlo, pues lo escribió junto a Benny Blanco durante una sesión de composición colectiva (esos famosos «writing camps» de los que salen los hits de Rihanna) varios meses antes de que saliera y asegura que siempre le ha parecido una canción «muy mala». Charli dice que pensaba que un artista que se quedara con esa canción solo podía ser «tonto» e ilumina la ironía de que poco después fuera ella la que la cantara y lanzara de primer single de su disco.
A nadie debería escapársele que ‘Break the Rules’ es una muestra de cómo la industria del pop actual se ha vuelto en contra de XCX, una artista cuyo estupendo álbum debut
derrochaba creatividad y sin la ayuda de diez compositores por canción. Porque en una industria que vende la música popular (ya desde hace décadas) como producto de consumo rápido, desligada tantas veces del concepto de arte, parte de ‘Sucker’ sonaba forzado y dirigido a una radiofórmula que a Charli no le interesa. No extraña su siguiente paso: Charli ha producido su disco junto al «hitmaker» Stargate y al visionario SOPHIE, desdemocratizando su proceso de composición y planteando una meta clara, la de reunir el pop con la vanguardia y devolver este género a la esfera de arte serio al que ya tan pocos lo asocian. Y sí, en el futuro sí sabremos quién lo produjo.No parece ese objetivo, sin embargo, acorde a la técnica compositiva de will.I.am. de la que Charli habla en esta misma entrevista. Durante una sesión conjunta, revela Aitchison, will.I.am. descubrió a Charli su estrategia para escribir canciones, la de escribir chorradas en los versos, pues «nadie los escucha», una técnica que casa perfectamente con la idea de que la música popular no es arte sino un producto que proporciona entretenimiento caduco. Pocos artistas pop se me ocurren hoy en día menos serios que will.I.am., pero al líder de Black Eyed Peas hay que reconocerle que sus producciones suelen contener cierto halo de modernidad no tan habitual en la radio. No es una sorpresa que haya terminado en el estudio con Charli. Solo espero que este tercer trabajo de la británica cumpla con las expectativas depositadas sobre él: de momento, su EP con PC Music y ‘After the Afterparty’ son muy buenas señales.