En junio de 2016, Frank Ocean publicó una emotiva carta en Tumblr dedicada las víctimas del tiroteo de Pulse, una discoteca gay de Orlando, donde murieron 49 personas en manos de un terrorista homófobo. En la carta, el autor de ‘Blonde’ recordaba la primera vez que escuchó la palabra «maricón», que fue cuando era niño, en boca de su padre, quien pretendía insultar a una camarera transgénero que trabajaba en un restaurante familiar.
En 2012, Ocean tuiteó (cuando usaba Twitter) que su padre le había amenazado con denunciarle por un millón de dólares «como si le debiera dinero por mi manutención». «Esta persona débil me compró un cuchillo suizo a los seis años y después desapareció de mi vista», aseguró entonces.
Es difícil dar con una sola razón por la que Ocean se haya inventado esta historia, pero fácil celebrar -dentro de lo triste de todo este asunto- que existan empresas en Estados Unidos que valoren la tolerancia y eviten emplear a personas homófobas.