La crónica de lo vivido anoche podría ser algo así: «Neil Hannon volvió a demostrar su valía como divertidísimo showman, alternando su conocido sentido del humor con esas bellísimas composiciones sacadas del mejor «greatest hits» posible. El cantante de Irlanda del Norte conjugó de manera inmejorable sus nuevas canciones, también muy bien recibidas por el respetable (la gente se sabe hasta la letra de cosas como ‘How Can You Leave Me On My Own’, obedece y da palmas con ‘Napoleon Complex’, no precisamente la mejor canción de su último disco), con la retahíla de clásicos lanzada hacia el final, culminada como siempre con ‘Tonight We Fly'». Pero no. Los conciertos de The Divine Comedy no se pueden quedar ahí.
Neil Hannon ha dedicado ‘Foreverland’ a varios personajes históricos, entre ellos Catalina la Grande -su mejor se llama Catherine- y Napoleón, quien ha inundado la estética del disco. Verle salir con ‘Sweden’ vestido de Napoleón es todo un poema, como ese momento en que se vuelve a colocar el bicornio para interpretar ‘Napoleon Complex’. Pero nada como la reinvención de ‘The Frog Princess’. La canción incluida en el venerado ‘Casanova’ (1996) comenzaba con una adaptación de ‘La marsellesa’ que ni Serge Gainsbourg y la letra decía «And I can visualise my frog princess / Beneath a shining guillotine». El nuevo Neil Hannon se recrea en ese momento tan teatral, ahora vestido de Napoleón, y añadiendo hasta un pequeño efecto sonoro en el momento «guillotina».
No es el único momento histriónico en el que Hannon se aprovecha de las posibilidades del Teatro Nuevo Apolo. Hay un momento en la canción de amor ‘Our Mutual Friend’ en el que la letra dice: «nos hundimos en el suelo y cantamos una canción que ya no puedo cantar más / nos besamos y caí inconsciente». ¿Cómo lo interpreta Neil? Se baja del escenario, se mezcla con el público y en el pasillo… finge desmayarse mientras el puente instrumental sigue sonando. Sólo se levanta cuando la canción lo requiere. «Me levanté el día siguiente, completamente solo / Bueno, con un dolor de cabeza / Me arrastré hasta el baño / pero la encontré con otro amante / que ya no es nuestro amigo en común». Ovación.
El líder de The Divine Comedy no se pasa todo el concierto vestido de Napoleón. De hecho, tras una primera media hora, aprovecha los épicos coros de sus músicos en la larga ‘Certainty of Chance’ para desaparecer del escenario y volver disfrazado de inglés con bombín y paraguas. El objetivo es interpretar ‘Complete Banker’ y ‘Bang Goes the Knighthood’. La primera, dedicada a sus «amigos, los banqueros» produce una reacción que le lleva a concluir algo así como: «no sois muy fans del sistema financiero, ¿verdad?».
Mejor aún es la incorporación en el bis de un tema perdido de 1994, ‘A Drinking Song’. El tema contiene un puente que, entre otras cosas, incluye la frase «siempre habrá una Inglaterra (oh, sí, la habrá)», momento que aprovecha para explicar «esta canción se escribió antes del Brexit», produciendo la carcajada del público. Y había más: burlas para los miembros de su quinteto en función de su nacionalidad. Supongo que bromeando sobre su origen norirlandés y el origen de su guitarrista, dijo al resto: «vosotros cuatro estáis jodidos. Nosotros dos, no. Pero vosotros sí».
The Divine Comedy nos visita sin cuarteto de cuerda, lo cual siempre puede deslucir algunas canciones. Mientras los punteos del guitarrista quieren ser tan sutiles que a veces rozan lo inaudible, hay que elogiar el trabajo de uno de los dos teclistas, también al frente de un acordeón, que embellece y logra que no desluzcan momentos de subidón como el final de ‘Generation Sex’. Mención aparte merece la interpretación acústica de ‘A Lady of a Certain Age’, una canción mucho más reciente a la que el autor ha sabido dar aura de clásico.
Coque Malla ha resultado ser «hardcore fan» de The Divine Comedy. Esto escribía en su Facebook el pasado año: «los tres músicos a los que con más devoción he escuchado durante estos últimos años tan especiales en mi vida son The Divine Comedy, Richard Hawley y Rufus Wainwright. Y si preguntáis, pues sí, en ese orden». Ayer pudo entrevistarle para M80 y Neil Hannon tuvo el detalle de dedicarle ‘Absent Friends’, el último tema del primer grupo de bises.
Neil Hannon pidió al público que se levantara en ‘Something for the Weekend’ y ya nadie se sentó durante las finales -antes de los dos grupos de bises- ‘Alfie’, ‘At the Indie Disco’, ‘I Like’ y ‘National Express’. En ‘At the Indie Disco’, cuatro espontáneos subieron al escenario bailando a su suave ritmo. Fueron bienvenidos. Aunque Hannon primero dijo algo así como «qué bien bailan estas señoritas», cuando la cuarta «lady» terminó de subir resultó ser un chico muy, muy parecido a Javier Álvarez. Sí, ahora Javier Álvarez lleva el pelo largo. Sí, sí, de verdad que era él. La prueba está aquí en forma de vídeo.
Mientras el público femenino se cortó un pelo, no así el masculino. Hasta tres hombres conté gritando «guapo» o «sexy» a Neil, que ciertamente, se mantiene de muy buen ver a sus 46 años (él mismo mencionó su edad después de unos cuantos saltos). Al gritó de «sexy» pidió a su guitarrista una versión de ‘Sexy Boy’ (sí, la de Air) que sonó hasta que Hannon se hartó con un «bueno, ya».
Aunque diría que lo que bebía Neil entre canción y canción era agua -en vaso, nunca chupando de la botella-, entre ‘Our Mutual Friend’ y ‘Funny Peculiar’, se improvisa un guateque con plato y todo en el que el globo terráqueo que preside el escenario se transforma en la barra de un bar. Hannon es el barman y dedica un par de minutos a preparar copas de vino, cerveza y cubatas para sí mismo y para su banda. El momento, los bailes no pueden ser más chanantes: la gente no sabe cómo encajar este interludio en Setlist.fm. Inclasificable para bien.
También entrañable es la colaboración con Lisa O’Neill en ‘Funny Peculiar’, sobre la «divertida» y «extraña» ambigüedad de la palabra «funny» en inglés. La voz nasal de ella nos hace preguntarnos: ¿y si en vez de hacernos esperar 6 años para el próximo largo, prepara un disco de duetos con su mezcla de humor y romanticismo habitual? ¿Cuántas posibilidades se le abrirían?
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