Música

Un 32% de las canciones más escuchadas en España es abiertamente machista

En la entrevista que publicamos hace unos días, Anntona hizo unas declaraciones sobre su vieja canción ‘Y además, bastante fea’ que me llamaron la atención: «Nunca dije que no fuera machista, (…) dije que, efectivamente, la canción era un poco machista, porque probablemente yo lo soy, también. Pero hay que darse cuenta de eso. E intentar corregirlo». A día de hoy ¿hemos avanzado algo? ¿Hasta qué punto pervive el machismo en la música pop? Para averiguarlo, he decidido ceñirme al aquí y ahora. Nada de exhaustividad. Nada de perspectiva histórica. Nada de ‘Blurred Lines’, ‘Cuatro Babys‘ y demás conocida ponzoña sexista. Me he limitado a coger la lista semanal de Spotify de lo más escuchado en España y darle al play. ¿El resultado? Pues bastante deprimente. De 50 canciones, me salen 16 abiertamente sexistas, 12 que calificaré de ambiguas y 22 que no.

Lo primero que llama la atención de la lista es que no hay prácticamente temas interpretados por mujeres; menos ‘Rockabye’ de Clean Bandit, las dos colaboraciones de Shakira (y un par de «featurings» más de Taylor Swift, Mø o Halsey) y el dúo entre Ariana Grande y Nicki Minaj. El resto es territorio masculino. Quizás sea una simple casualidad; los gustos de los oyentes van como van, pero es paradójico que actualmente ellas parezcan dominar el “show business”… pero que al final les escuchemos más a ellos.

Lo segundo, es la omnipresencia del reggaeton en España: 28 temas entre los 50 más escuchados. Nombres repetidos a tutiplén: Daddy Yankee, Maluma, Nicky Jam… Aquí están todas las canciones ambiguas y 13 de las sexistas. ¿Quiero decir con esto que el reggaetón es un género machista? No, no existe ningún género que por definición lo sea. Más bien lo son sus grandes figuras. Hay piezas aparentemente inofensivas, como ‘Despacito’ de Luis Fonsi, que empieza como una oda al deseo, pero que acaba haciéndote levantar la ceja cuando irrumpe Daddy Yankee. O ‘Reggaeton lento’ de CNCO y su glorificación del físico femenino y del macho seductor. Pero estas son pasables. Porque luego llegan las indefendibles: ‘Gyal You a Party Animal’ de Charly Black y Daddy Yankee, ‘Vacaciones’ de Wisin, ‘Traicionera’ de Sebastián Yatra, ‘Nadas en mi cabeza’ de Chino & Nacho con Daddy Yankee (y van…), ‘Dile que tú me quieres’ de Ozuna… En todas ellas, las mujeres son objetos sexuales, o sumisas, o femme fatales a las que hay que corregir o descarriadas que se han ido con otro por interés… Es abrumador. Aunque la palma se la llevan ‘El amante’ de Nicky Jam: “Soy dueño de usted”, “A mí me gustas hasta sin maquillar” y ‘Báilame despacio’ de Xantos y Dynell: “Mujeres hay a millones y varían las opciones”. Nena, con la cantidad de jamelgas que hay en el mundo, deberías estar contenta de que te quiera follar a ti.

Fuera del reggaetón también encontramos unos cuantos ejemplos. ‘Cómo te atreves’ de Morat parece la típica canción en que el abandonado afea a la chica que le ha dejado y pretende regresar… pero nada más empezar sueltan lo de: “Fui dictador y el no dejarte ir / Debió haber sido mi primer decreto”. Y, para rematar: «Andan diciendo por la calle / Que solo le eres fiel al viento / El mismo que nunca hizo falta / Para levantar tu falda cada día de por medio”. Hombre, pues yo también me pregunto por qué ella quiere volver. Incluso temarrales como ‘Starboy’ de The Weeknd o ‘24K Magic’ de Bruno Mars nos regalan perlas cultivadas: “Main bitch out your league too, ah / Side bitch out of your league too, ah (…) Girls get loose When they hear this song”. “Mi “zorra” -por chica- principal está lejos de tu alcance. Mi zorra suplente también (…) Las chicas se ablandan cuando escuchan esta canción”. “Oh shit, I’m a dangerous man with some money in my pocket (keep up) / So many pretty girls around me and they waking up the rocket”. “Soy un hombre peligroso con algo de dinero en mi bolsillo / así que hay muchas chicas guapas a mi alrededor / despertando al cohete”. La calidad física de las “zorritas” que te rodean como medida de éxito. Zorritas únicamente interesadas en el dinero que les pueda proporcionar el macho alfa de turno, claro.

¿Y ellas? Pues en ‘Side to Side’ Ariana Grande y Nicki Minaj también caen en el topicazo sexista. Concretamente en el de “eres malo y no me convienes, pero me vuelves loca”. Que se enteren esas putas (Let them hoes know), así prácticamente empieza la canción. “I’m comin’ at ya / ‘Cause I know you got a bad reputation / Doesn’t matter, ‘cause you give me temptation / And we don’t gotta think ‘bout nothin’ / These friends keep talkin’ way too much / Say I should give you up / Can’t hear them no ‘cause / I’ve been here all day / And boy, got me walkin’ side to side”. “Voy hacia ti / Porque sé que tienes mala reputación / No me importa porque me ofreces la tentación / Y no debemos pensar en nada / Esos amigos hablan demasiado / Dicen que debería dejarte / Pero no los escucho porque / He estado aquí toda la noche / Y me tienes andando de un lado a otro”. Hace casi cien años que se escribió ‘Mi hombre’ (‘Mon homme’) y ahí seguimos. Para mejorar la cosa aparece Nicki y rapea: “All these bitches, flows is my mini-me”. Ariana no tiene iniciativa, va a donde le marque su hombre. Y las otras… ya saben, las otras son competidoras. Particularmente, lo que más me irrita es que mujeres de talento y éxito caigan en semejantes estereotipos. También están los machismos camuflados; en ‘Chantaje’, una canción con supuesta coartada feminista, ambos se lanzan reproches (él es celoso, ella demasiado libre), pero al final la que se tiene que defender es Shakira. Él no se justifica en ningún momento, sólo refuerza su victimismo. ¿Por qué? Porque su manera de comportarse es “lo normal”. Incluso en ‘Rockabye’, una loa a las madres solteras y luchadoras, a Clean Bandit se les va un poco la mano con el rollo de la abnegación materna.

En fin. Dieciséis canciones sexistas en las cincuenta más reproducidas en España esta semana. Un 32%. Y eso que las he escuchado con actitud poco susceptible. Resumiendo: según ese 32%, las mujeres somos putas, cosificadas, interesadas y sumisas. Y no veo asomo de ironía en ninguna de esos dieciséis temas. La música pop trata sobre sexo y deseo principalmente. No es nada malo. Lo malo es cuando ese deseo se muestra de manera unilateral, preponderando únicamente el punto de vista masculino y heterosexual. Las mujeres solo existen en relación al hombre y su mirada, se les deprecia a la condición de simple objeto. Objetos rebosantes, a su vez, de esos defectos que la misoginia tilda como exclusivamente “femeninos”: ellas son mentirosas, veleidosas, interesadas… en contraste con la “honestidad” y rectitud masculinas. La música popular se tiene como entretenimiento ligero y por eso tendemos a quitarle hierro al asunto. “Vamos, sólo es una canción”. Pero “esa canción” realmente forma parte del magma cultural que nos construye como sociedad y es, a su vez, expresión del sentimiento de fondo de dicha sociedad. Especialmente cuando la canción se convierte en un éxito, lo que amplifica el mensaje. Hay una parte importante de la música popular que normaliza y perpetua los estereotipos, porque la sociedad donde se manifiesta es machista.

No estoy diciendo que haya que censurar o prohibir todas estas letras y canciones sexistas. Pero tampoco debemos ignorarlo, minimizarlo y permitir que sigan calando en nuestro imaginario colectivo. Hay que reflexionar y corregirlo, como bien señalaba Anntona. Porque el pop también es libertad y nos enseña que, más allá de lo establecido, otras vidas, otros mundos son posibles.

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Mireia Pería