Música

Cameron Avery / Ripe Dreams, Pipe Dreams

Que Cameron Avery sea bajista de Tame Impala desde 2013, ex miembro de POND y líder del proyecto de garage The Growl no es una información tan útil para comprender su primer disco firmado con su nombre como el hecho de que haya teloneado por su cuenta a The Last Shadow Puppets o se haya hecho colega de The Horrors. Sobre todo si pensamos en el proyecto paralelo de Faris Badwan, Cat’s Eyes. Recapitulo: tenemos a tres bandas de primera línea, como son Arctic Monkeys, The Horrors y Tame Impala, cuyos miembros están mostrando otras inquietudes más clásicas, más de «crooner» y más de «chanson». Menos de componer hits para el festival de verano. Más de reivindicar a los viejos románticos.

Avery cita a Frank Sinatra, Elvis Presley o Etta James entre sus influencias, y todas las que podemos añadir en ‘Ripe Dreams, Pipe Dreams’ son bastante lejanas a Tame Impala. El disco se abre con un tema muy del primer Scott Walker, ‘A Time and Place’. Richard Hawley podría ser una referencia en ‘Big Town Girl’. ‘Disposable’ se abre como una canción de Adam Green antes de convertirse en otra de Father John Misty, y por si hay alguna duda de que, como Alex Turner, se ha empollado los discos de Nancy Sinatra con Lee Hazlewood, ‘Dance With Me’, un tema que reúne a Hawley con Cohen, Mark Lanegan y Rialto, contiene la frase «These lips ain’t just for talking / and these boots ain’t just for walking / won’t you dance with me?».

En este cúmulo de clichés por el que también podrían asomarse de vez en cuando Neil Hannon o Vincent Delerm, hay lugar para cierta variedad sin salirse de los cánones de la solemnidad. ‘Watch Me Take It Away’ podría ser una canción de Elvis o Chris Isaak producida por Jack White, mientras el disco se cierra (antes del necesario «edit» de ‘C’est toi’) con un tema hablado de 8 minutos llamado ‘Whoever Said Gumbling’s for Suckers’. Eso sí, para entonces, Cameron parece un poco perdido entre un fondo siniestro que podría haber pertenecido a Serge Gainsbourg o a Nick Cave, una interpretación vocal de nuevo muy Cohen (coros femeninos incluidos) y cierta comicidad o parodia en esa letra que retrata a una pareja de pequeños delincuentes, que incluye a ella quitándose un sujetador y lanzándolo por ahí y al ex de ella siendo atracado por la pareja y meándose encima.

‘Ripe Dreams, Pipe Dreams’ funciona mucho mejor cuando rima «All the lies you recited» con «And my love, unrequited» (‘Do You Know Me My Heart’), se dedica a lamentar cosas como «I felt like half a man with half a breath» (‘An Ever Jarring Moment’), a realizar reproches como «At least you could’ve waited / Till our lust started fading / But your trust isn’t all that it seems» (la ya citada ‘Do You Know Me By Heart’) o a mostrar cierto sentido del humor en la derrota amorosa («Could I suit her better / Than that dark-blue sweater? / Probably not», en ‘Big Town Girl’).

Sobre todas ellas relucen ‘Disposable’, como su propio nombre casi indica, un himno; y el maravilloso single ‘Wasted on Fidelity‘, también de gran título y con una sección de cuerdas y una letra sobre adicciones que dicen cosas muy buenas de Avery como compositor clásico. Además, ¿cuánto drama puede caber en un instrumental de un minuto y medio? ¿Qué hay de darle un nombre como ‘The Cry of Captain Hollywood’? Abre otra botella de vino: el invierno todavía no se ha terminado. Volverá a ser San Valentín cada día que te pongas este disco.

Calificación: 7/10
Lo mejor: que exista un tema llamado ‘Wasted on Fidelity’ y que sea tan bueno. También ‘Disposable’, ‘C’est toi’, ‘Do You Know Me By Heart’
Te gustará si te gusta: Lee Hazlewood, Father John Misty, Richard Hawley
Escúchalo: Spotify

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Sebas E. Alonso