Por voz, porque Owens canta y muy bien, la artista de Gales recuerda a Julee Cruise, aunque sus canciones no son «dream pop» exactamente, sino que tienen un componente fantasmagórico, evocador de ese Arthur Russell a quien Owens llama su gran ídolo. ‘Lucid’, que arranca con unas majestuosas cuerdas sintetizadas para despegar después hacia un infinito espacial, es un buen ejemplo de ello, como también lo son los mantras de ‘Arthur’ o ‘Throwing Lines’. Ojo, lo de mantra no es una tontería, pues a Owens le inspira la música de las terapias de sonido con gongs (ella ha sido enfermera en un hospital de tratamiento para el cáncer), y ‘S.O.’, la canción que abre el disco, directamente puede decirse que es una raga tecno, como también podría serlo la que lo cierra, ‘8’.
Las inquietudes de Owens en su álbum debut, en los que esculpe un sonido espectral y delicado -que no frágil- no producen siempre canciones altamente memorables a pesar de los punteos melódicos de algunas de ellas (‘Bird’) y subliman sobre todo hacia el final con la melódica ‘Keep Walking’, el single claro del disco, que podría haber firmado la mejor Jenny Hval -quien casualmente asoma por aquí para interpretar otro de los temas destacados, ‘Anxi.’ de esos que «llevan a otro mundo»-. Pero el debut de Owens nos lleva a otro mundo, quizá no rompedor, pero sí tremendamente magnético y con promesa.
Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘S.O.’, ‘Lucid’, ‘Anxi.’, ‘Keep Walking’
Te gustará si te gusta: Arthur Russell, Jenny Hval, Thom Yorke
Escúchalo: Bandcamp